La Unión Europea apoya a la República de Moldavia
La República de Moldavia era considerada en 2014 el país con los mejores resultados de la Asociación Oriental, el paquete de programas a través de los que Bruselas intenta acercar a los Estados exsoviéticos a los estándares occidentales de la democracia, la legalidad y la prosperidad. Las convincentes reformas promovidas por el Gobierno de coalición de Chisináu liderado por Iurie Leancă se validaron entonces mediante los acuerdos de asociación y libre comercio con la Unión Europea. A final del mismo año, los partidos de la coalición gubernamental, Liberal-Demócrata, Demócrata y Liberal, ganaron las elecciones legislativas con un avance significativo ante los socialistas y los comunistas filorusos. Pero los ganadores fueron incapaces de gestionar su éxito. En un año y medio, no menos de siete personajes políticos tuvieron que presentar su dimisión del cargo de primer ministro, o no obtuvieron el voto de investidura, o dejaron de presentarse ante los diputados con sus posibles equipos ejecutivos. Mientras tanto, la oposición no cansaba de acusar la corrupción de una administración durante cuyo mandato desaparecieron del sistema bancario mil millones de dólares, es decir aproximadamente un 15% del PIB. Apenas el 20 de enero de este año, esta larga agonía acabó tras la investidura del Gobierno declarado proeuropeo liderado por Pavel Filip, con los votos de una mayoría heterogénea, que va de los liberales, promotores de la reunificación con Rumanía, a los excomunistas convertidos de la noche a la mañana a la socialdemocracia. Este jueves, Bruselas se ha declarado nuevamente decidido a apoyar a la República de Moldavia, con la condición de que ésta continue las reformas. Europa espera hechos, no palabras, han advertido los miembros del Comisión Parlamentaria de Asociación UE – República de Moldavia, en la reunión de Chisináu con el primer ministro Filip. Según los corresponsales de Radio Rumanía, ellos insistieron en crear antes del 31 de julio la hoja de ruta acordada en el Consejo de Asociación del mes de marzo y en la calidad de las reformas. He aquí la declaración del copresidente de la Comisión, el europarlamentario rumano Andi Cristea:
România Internațional, 20.05.2016, 20:04
La República de Moldavia era considerada en 2014 el país con los mejores resultados de la Asociación Oriental, el paquete de programas a través de los que Bruselas intenta acercar a los Estados exsoviéticos a los estándares occidentales de la democracia, la legalidad y la prosperidad. Las convincentes reformas promovidas por el Gobierno de coalición de Chisináu liderado por Iurie Leancă se validaron entonces mediante los acuerdos de asociación y libre comercio con la Unión Europea. A final del mismo año, los partidos de la coalición gubernamental, Liberal-Demócrata, Demócrata y Liberal, ganaron las elecciones legislativas con un avance significativo ante los socialistas y los comunistas filorusos. Pero los ganadores fueron incapaces de gestionar su éxito. En un año y medio, no menos de siete personajes políticos tuvieron que presentar su dimisión del cargo de primer ministro, o no obtuvieron el voto de investidura, o dejaron de presentarse ante los diputados con sus posibles equipos ejecutivos. Mientras tanto, la oposición no cansaba de acusar la corrupción de una administración durante cuyo mandato desaparecieron del sistema bancario mil millones de dólares, es decir aproximadamente un 15% del PIB. Apenas el 20 de enero de este año, esta larga agonía acabó tras la investidura del Gobierno declarado proeuropeo liderado por Pavel Filip, con los votos de una mayoría heterogénea, que va de los liberales, promotores de la reunificación con Rumanía, a los excomunistas convertidos de la noche a la mañana a la socialdemocracia. Este jueves, Bruselas se ha declarado nuevamente decidido a apoyar a la República de Moldavia, con la condición de que ésta continue las reformas. Europa espera hechos, no palabras, han advertido los miembros del Comisión Parlamentaria de Asociación UE – República de Moldavia, en la reunión de Chisináu con el primer ministro Filip. Según los corresponsales de Radio Rumanía, ellos insistieron en crear antes del 31 de julio la hoja de ruta acordada en el Consejo de Asociación del mes de marzo y en la calidad de las reformas. He aquí la declaración del copresidente de la Comisión, el europarlamentario rumano Andi Cristea:
“El Gobierno de la República de Moldavia está en un proceso de recuperación de la confianza. Creo que la República de Moldavia tiene por fin un gobierno estable y la Unión Europea esperaba esto. Aquí queremos tener un interlocutor serio, un interlocutor con mucha voluntad política, y creo que en este momento todas estas cosas son reales.”
A su vez, el primer ministro Filip ha afirmado lo siguiente:
“Ya se ven parte de los resultados de esta voluntad. Dentro de poco también se verán los demás. Los ministerios están trabajando fuertemente para cumplir las reformas propuestas, al igual que la mayoría parlamentaria.”
Sin embargo, según la síntesis realizada por un grupo de ONG de Chisináu, aunque se hayan liquidado las cosas pendientes de 2015, el nivel general del cumplimiento del plan de reforma está por debajo del 50%. Así que muchos de los compromisos asumidos por las autoridades corren el riesgo de no concretarse totalmente tampoco este año, han advertido las organizaciones.