La situación de Rumanía en la Comisión LIBE
La Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo ha analizado en sesión extraordinaria la situación del Estado de derecho en Rumanía.
Bogdan Matei, 02.10.2018, 12:54
La perseverancia con la que desde que se instaló, en enero de 2017, la coalición gubernamental formada por el PSD y la ALDE ha promovido lo que sus partidarios llaman “reforma en la Justicia” ha causado sospechas y grandes manifestaciones en la calle. Para la oposición de derecha, la sociedad civil y la prensa, mediante la modificación de los códigos penales y las leyes de funcionamiento del sistema judicial, el poder desea cesar la lucha anticorrupción y subordinar a los magistrados. Las voces que representan a la izquierda han afirmado en cambio que las modificaciones no hacen más que ajustar la legislación interna según las decisiones del Tribunal Constitucional de Rumanía y las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Inacabada en Bucarest, la polémica ha continuado en Estrasburgo, donde este lunes por la tarde la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo se ha reunido en una sesión extraordinaria sobre la situación de Rumanía. Todo esto antes del debate organizado el miércoles en el pleno del Legislativo europeo sobre la represión de las manifestaciones antigubernamentales organizadas el 10 de agosto en Bucarest y sobre el Estado de derecho en Rumanía en general.
Según la enviada de Radio Rumanía, el primer vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, teme que las modificaciones legislativas puedan afectar al sistema judicial rumano, incluso su capacidad de combatir la corrupción, así como otros delitos. El alto cargo ha precisado que los mandatarios comunitarios evaluarán muy atentamente los cambios y la forma en que ellos respetan la legislación europea. Si se llega a la conclusión de que se infringen las normas, la Comisión Europea tomará todas las medidas necesarias, incluso la de llevar ante el tribunal al Gobierno de Bucarest. Frans Timmermans:
“La situación se ha deteriorado. Pero estén seguros de que todas las evoluciones serán evaluadas detalladamente y reflejadas en este informe. Según he destacado varias veces, un paso atrás significaría una gran decepción para los amigos de Rumanía, pero sobre todo para sus ciudadanos. Se han hecho progresos, pero ellos no son irreversibles. Todo lo contrario, las últimas evoluciones ponen estos progresos en tela de juicio y por esto corren el riesgo de socavar nuestro objetivo común de ver como la situación de Rumanía sigue constantemente una trayectoria positiva, que elimine la necesidad de aplicar el mecanismo de cooperación y verificación.”
En Bucarest, la persona fuerte de la coalición, el líder socialdemócrata Liviu Dragnea, ha afirmado que la reunión de LIBE “no ha sido un debate, sino una lista de tomas de posición anteriormente establecidas, una condena pronunciada antes de estudiar las pruebas”. El jefe de la ALDE, su colaborador en el Gobierno, Călin Popescu-Tăriceanu, ha declarado que a pesar de las críticas formuladas en el Parlamento Europeo, Rumanía debe mostrar su apertura hacia el diálogo con los colaboradores de Occidente. Esta situación ha causado preocupación no solamente en Europa, sino también fuera de ella. El embajador de Estados Unidos en Bucarest, Hans Klemm, ha afirmado este lunes que los cambios efectuados en la Justicia corren el riesgo de hacer que Rumanía vuelva a principios de los años 2000, un periodo marcado por la corrupción a alto nivel.