La sequía afecta a Rumanía
El racionamiento de agua potable en cientos de localidades y el deterioro de los cultivos son las consecuencias de la prolongada sequía en Rumanía
Ştefan Stoica, 13.08.2024, 10:25
Los dos últimos años de temperaturas récord y precipitaciones insuficientes se han sumado, en el caso de Rumanía, a una sequía crónica, amplificando sus devastadores efectos sobre la vida cotidiana de la población y la economía.
Todavía hay restricciones del suministro de agua en más de 400 localidades de todo el país. Los más afectados son los distritos orientales de Botoșani, Iași, Vrancea, Neamț y Bacău, pero también hay problemas importantes en distritos del sur como Giurgiu y Gorj.
Los representantes de Apelor Române, la institución pública encarga de la administración del agua, siguen apelando a la población para que haga un uso racional del agua, dado que el coeficiente de llenado de los 40 depósitos es del 78%.
En unas 120 localidades del citado distrito de Botoșani, la población tampoco recibe agua por la noche, ya que el consumo es superior al habitual y no se puede acumular un nivel óptimo en los depósitos de almacenamiento. Se aconseja a los usuarios que guarden unas reservas mínimas de agua para el periodo de interrupción.
En otras partes del distrito sin sistemas centralizados de abastecimiento de agua, los pozos se han secado y la gente dice que tiene que ir a buscar agua a tres o cuatro kilómetros de distancia. Los expertos recomiendan que el agua potable se utilice sólo para beber, y que se empleen alternativas para otras actividades domésticas siempre que sea posible.
Por otra parte, la prolongada sequía ha causado graves problemas a los cultivos agrícolas.
En julio de este año, el ministro Florin Barbu informó al comisario Janusz Wojciechowski de que amplias zonas de Rumanía han sido afectadas por la sequía y recientemente pidió a la Comisión Europea que compensara urgentemente a los agricultores que han sufrido daños importantes. Extensas zonas de Rumanía se ven afectadas por la sequía y la pérdida de ingresos de los productores agrícolas pone en peligro la viabilidad económica de las explotaciones y los intereses de seguridad del país, informó Bucarest.
«Los importantes daños causados por los fenómenos climáticos desfavorables requieren una compensación urgente sobre la base de una medida excepcional que contribuya a resolver los problemas específicos derivados de estos fenómenos», reza la carta enviada a la Comisión Europea por el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Florin Barbu.
Según el Ministerio, es urgente reembolsar a los agricultores el presupuesto total estimado de hasta 75,2 millones de euros para los cultivos plantados en otoño de 2023. En cuanto al año en curso, la aguda falta de precipitaciones y las temperaturas más altas de lo normal en la mayor parte del país, incluso particularmente altas en las zonas bajas, han afectado a los cultivos establecidos en primavera, especialmente el maíz y el girasol, en unos dos millones de hectáreas en todo el país, hasta el punto de comprometerlos. Las pérdidas, según el Ministerio de Agricultura, se estiman en más de 200 euros por hectárea.
Versión en español: Antonio Madrid