La Repúlbica de Moldavia tras 26 años desde su independencia
Los dilemas identitarios y la confusión geopolítica siguen imperando en Chisinau, 26 años después de que la República de Moldavia proclamara su independencia.
Bogdan Matei, 28.08.2017, 12:05
El
27 de agosto de 1991, después del fracaso del golpe neobolchevique de Moscú, el
Parlamento de Chişinău, rodeado por cientos de miles de manifestantes, votó a
favor de la declaración de indpenedencia de esta ex república soviética
constituida sobre los territorios rumanos anexionados por Stalin en 1940. El mismo día, Rumanía fue el primer país en
reconocer la estatalidad de su nuevo vecino. Posteriormente, Bucarest fue el defensor más
enérgico y consecuente de la soberanía y la integralidad territorial de la
República de Moldavia.
El
pasado domingo, el ministro rumano de Exteriores reiteró que Rumanía
respaldaría a la República de Modavia y a todos sus ciudadanos en sus esfuerzos
de integración europea. Por su parte, el embajador rumano en Chişinău, Daniel Ioniţă, quien
ha concedido una entrevista a Radio Rumanía, se ha declarado convencido de que será
alcanzado el objetivo de la integración europea. No es fácil llegar a ser
miembro de la Unión Europea, ha advertido el embajador, pero también es cierto
que el recorrido en si representa una oportunidad excelente para llevar a cabo todo un conjunto de reformas. Al final del camino, ha dicho el diplomático rumano, además de la estabilidad,
la predictibilidad y la seguridad que ofrece la pertenencia a un grupo selecto,
todos los ciudadanos de la República de Moldavia tendrán la posibilidad de
vivir mejor.
Después de
firmados en 2014 los acuerdos de asociación y libre cambio entre Chişinău y Bruselas, los ciudadanos moldavos pueden viajar sin
visados a la Unión Europea, y sus empresas pueden exportar al mercado
comunitario en condiciones muy ventajosas. Con sus declaraciones pro-occidentales,
el Gobierno de coalición dirigido por el demócrata Pavel Filip sigue siendo un
promotor del acercamiento a la UE, pero el presidente socialista filorruso Igor
Dodon, virulento rumanofobo y antioccidental desea que la República de Moldavia
regrese bajo la órbita de Moscú. Cada uno de ellos, apoyado por casi la mitad
del electorado, Filip y Dodon,son
representativos para la ruputura política, geopolítica y de valores de la
sociedad. Las causas son profundas y dolorosas.
En el momento de la anexión estalinista, cientos de miles de
rumanos se refugiaron al país disminuido, otras decenas de miles fueron
deportados a Siberia o Kazaquistán, y
en su lugar los ocupantes trajeron colonos reclutados de todos los rincones del
imperio. De hecho, el mimso embajador de
Chişinău en Rumanía, Mihai Gribincea, advierte que la República de hoy es mucho más dividida desde el punto de vista
político, administrativo, étnico, lingüistico y religioso y no se parece a la provincia rumana del período
de entreguerras. La consecuencia más grave es que a pesar de que la Repúblca de
Moldavia salió de la Unión Soviética, a nivel de mentalidades la Unión
Sovietíca no salió de la República de Moldavia – concluyó el embajador.