La República de Moldavia, víctima colateral de la guerra
Los bombardeos rusos contra Ucrania, del martes pasado, han afectado el abastecimiento de energía eléctrica de la República de Moldavia.
Roxana Vasile, 16.11.2022, 12:42
Desde el comienzo de la guerra de Rusia en Ucrania, la República de Moldavia – el país más pobre de Europa – ha sido una víctima colateral. Por un lado, dado que formó parte de la Unión Soviética, la República tiene que estar atenta a su propia población prorrusa y, paralelamente, gestionar el problema de la región separatista rusohablante de Transnistria – un polvorín que se vuelve aun más peligroso en este contexto sumamente tenso. Por otro lado, si tenemos en cuenta el número bajo de sus habitantes, la República de Moldavia es el Estado que más ucranianos ha recibido del país del que sólo la separa una frontera. A la crisis de los refugiados se ha sumado, igualmente, una crisis económica. Las relaciones comerciales de Chișinău con el Este se han visto afectadas, por lo que la Repúbilca de Moldavia ha tenido que reorientar sus exportaciones hacia otros destinos – hacia Occidente o los Estados árabes.
La más acuciante es, sin embargo, la crisis energética, dada la dependencia de los moldavos del gas ruso y de la energía eléctrica ucraniana. Los bombardeos rusos del pasado martes, registrados en Ucrania, repercutieron en el abastecimiento de energía eléctrica de la República de Moldavia. Decenas de localidades y numerosos consumidores, incluidos habitantes de la capital, se quedaron temporalmente sin electricidad: una de las líneas eléctricas que permite el transporte de electricidad hacia la República de Moldavia se desconectó automáticamente, como medida de seguridad, lo que conllevó un apagón masivo en casi todo el país.
Aunque Chișinău no lo especificó, parece que se trata de la línea eléctrica de alta tensión Isaccea-Vulcăneşti-Chişinău, por medio de la cual la República de Moldavia recibe electricidad de Rumanía, y que atraviesa el territorio ucraniano. La situación del martes pasado ha hecho que vuelva a estar sobre el tapete el problema de la vulnerabilidad del sistema energético de la República de Moldavia. Hasta hace poco, esta pequeña república cubría sus necesidades abasteciéndose de Ucrania y de la central de Cuciurgan, situada en la región de Transnistria, pero ahora ya no puede importar electricidad de Ucrania, porque la infraestructura energética ucraniana ha sido destruida, y desde el pasado 1 de noviembre, tampoco recibe lo necesario de Cuciurgan, después de que el gigante empresarial Gazprom redujera a la mitad las entregas de gas a la República de Moldavia.
¿La solución? Las autoridades de Chișinău han identificado la solución de conectar el país al sistema europeo energético ENTSO-E y de obtener energía de Rumanía, que le suministra hasta el 90% de lo que necesita. El martes pasado, después del apagón, el suministro de energía, en la República de Moldavia, se reanudó. Sin embargo, sigue existiendo el temor de que lo ocurrido se pueda repetir en cualquier momento. Se está trabajando en una línea aérea para el transporte directo de energía eléctrica desde Rumanía hacia la República de Moldavia, sólo que el proyecto debería estar finalizado en dos o tres años.
Traducción al español: Gabriela Ristea