La pobreza y la mano de obra en Europa
En el espacio comunitario, la crisis económica ha abierto el camino a la pobreza, lo que ha generado inquietudes entre los mandatarios europeos.
Florentin Căpitănescu, 22.01.2014, 17:13
Cinco años tras haber estallado en Europa, la crisis económica todavía no ha dicho su última palabra. Numerosas economías europeas se mantienen estancadas, mientras que en los países comunitarios que registran un leve crecimiento económico, como es Rumanía, el progreso es insignificante y en algunos casos incluso nulo. La crisis económica que ha venido deteriorando la construcción comunitaria, anteriormente un modelo muy deseado y un espacio caracterizado por la prosperidad, ha generado en primer lugar un aumento acelerado del nivel de la pobreza. Esta es la conclusión de un análisis para 2013 realizado por la Comisión Europea sobre la situación social y la ocupación laboral en la Unión.
Una de las caras de la pobreza, el paro, que en algunos estados miembros como España ha alcanzado niveles récord en este periodo, representa una constante preocupación para los mandatarios de Bruselas. Con motivo de la publicación de dicho informe, el comisario de Interior y Asuntos Sociales, László Andor, ha declarado que es importante no solo crear puestos de trabajo, sino garantizar la calidad de los mismos. Todo depende del tipo del trabajo, del nivel salarial, del número de horas de trabajo así como de la situación familiar, según ha declarado Andor. En el caso de Rumanía, el documento realizado por el Ejecutivo europeo indica que en 2012, en comparación con 2011, el riesgo de pobreza y exclusión alcanzó su nivel mínimo, es decir, el 52%, para la categoría de hasta 18 años de edad. En el mismo año, el número de personas de entre 15 y 62 años, una categoría que incluye a las personas activas, también aumentó al 40%.
Además, el porcentaje de rumanos con trabajos a media jornada registró una leve disminución. Si comparamos varios sectores, el número de empleados de la industria y los servicios disminuyó en un 0,2%, mientras que en la agricultura, cuyo enorme potencial todavía no se explota suficientemente, el número de trabajadores incrementó un 0,4%. La tasa del paro, que tradicionalmente en Rumanía no alcanza niveles muy altos, se redujo del 7,4 al 7%. Aunque la mayoría de los rumanos que son aptos para trabajar ya tienen empleo, en muchos casos reciben sueldos muy bajos o, en otras palabras, son víctimas de la polarización salarial, según la ha calificado en su informe, la Comisión Europea. Precisamente por esta razón, un gran número de ciudadanos rumanos, es decir, millones de personas, buscan una vida mejor en los países más avanzados de la Unión Europea.
(Trad.S. Sarbescu)