La peste porcina centra la atención de las autoridades
En Rumanía, la peste porcina se ha extendido a pesar de las medidas tomadas por las autoridades y los daños se están ampliando de un día al otro.
Corina Cristea, 30.08.2018, 14:33
Confrontada con la existencia de 800 focos de peste porcina africana en la cuarta parte de sus distritos, Rumanía actúa para detener la extensión de la más grave enfermedad que afecta a los animales después de la segunda Guerra Mundial. La más severa de las medidas prevé que todos los cerdos de las zonas en que se ha confirmado la existencia del virus reciban eutanasia, proceso que está en pleno desarrollo inclusive en una granja del departamento de Braila, la más importante de Rumanía y la segunda en Europa desde el punto de vista de las dimensiones.
Se han instituido filtros de tráfico para descubrir las tentativas de sacar de las zonas contagiadas a los cerdos infestados o los productos que proceden del procesamiento de éstos y se ha tomado la decisión de permitir la caza de los jabalíes y de los chacales del Delta del Danubio que son portadores del virus.
Pese a dichas medidas, la enfermedad se ha extendido rápidamente ya que no hay un tratamiento o una vacuna contra esta plaga, ha declarado el presidente de la Autoridad Nacional de Sanidad Veterinaria y para la Seguridad de los Alimentos, Geronimo Raducu Branescu. Este ha precisado que el índice de morbosidad y de mortalidad de la peste porcina africana ronda, comúnmente, el 100%. En el presente, la peste porcina africana está afectando a los Países Bálticos, Polonia, la República Checa, Hungría, Rumanía, Ucrania, Rusia, la República de Moldavia e Italia, pero algunos estados han logrado apagar los focos de la enfermedad sólo al cabo de decenas de años a precios muy altos, ha explicado Geronimo Raducu Branescu.
En España por ejemplo, fueron necesarios casi 30 años y unos costes enormes. En Rumanía, hasta la fecha, a causa de la extensión de la plaga se ha procedido a la eutanasia de más de cien mil cerdos y las pérdidas son sustanciales.
El presidente, Klaus Iohannis, que ha solicitado que las personas afectadas sean indemnizadas lo más pronto posible, ha tomado cartas y ha apreciado que a causa de la manera deficitaria en que se ha gestionado la crisis los productores autóctonos están en el umbral de la quiebra. Bucarest ha solicitado respaldo financiero por parte de la Comisión Europea para combatir los efectos de la peste porcina africana y el titular de Agricultura, Petre Daea, ha asegurado que los propietarios de los animales que recibieron eutanasia serán indemnizados.
Las consecuencias de la peste porcina africana son enormes para los pequeños criadores de cerdos, para los procesadores y para el sector alimentario rumano en su totalidad y a largo plazo ya que conllevan paro, pánico, desconfianza en el procesamiento de la carne, un déficit comercial mayor, gastos para las indemnizaciones y la repoblación de las granjas. A raíz de esta crisis no saldrá perdiendo sólo el sector privado sino también el estado que ha invertido grandes cantidades de dinero en los últimos 10 años para aumentar la competitividad y estar en condiciones de comercializar la carne de porcino en el mercado europeo, en las condiciones en que en Rumanía, las exportaciones quedaron prohibidas durante 14 años.
Traducido por Rodica Popa