La OTAN y los retos actuales
Una Rusia que se quiere tomar la revancha al este y una marea yihadista al sur son los asuntos más importantes en la agenda de la OTAN.
Bogdan Matei, 27.05.2016, 14:32
Creada inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo, resumido en una broma, de mantener a los estadounidenses en Europa, a los soviéticos fuera de ella y a los alemanes en el suelo, la OTAN se enfrenta 70 años más tarde a un paisaje geopolítico fundamentalmente distinto. Según han constatado los expertos, es la primera vez en su historia que la Alianza Noratlántica debe gestionar simultáneamente unas grandes amenazas en dos direcciones estratégicas distintas. Por un lado, la Rusia postsoviética ha mostrado plenamente, tras la anexión de la península de Crimea y la alimentación de la rebelión secesionista en el este rusófono de Ucrania, el haber recuperado la agresividad y el apetito territorial. Por otro lado, la llamada Primavera Árabe de los años pasados sustituyó los regímenes corruptos y abusivos, pero laicos y relativamente estables, por una nebulosa yihadista alrededor del Mediterráneo, cuyos tentáculos han llegado ahora a matar en el corazón de Europa, en París y Bruselas. Son los retos y los riesgos más complejos desde el final de la Guerra Fría, ha afirmado el asistente del secretario general de la OTAN, el rumano Sorin Ducaru:
“La principal amenaza actual es la que viene de Rusia, que continúa violando algunas regulaciones de la legislación internacional. Se añade la inestabilidad en Oriente Medio y el norte de África, zonas muy cercanas a las fronteras de la OTAN. Otra amenaza es la organización Estado Islámico, que ha empezado a reclutar de la región a cada vez más combatientes, a crear células terroristas y a obtener armas, para usarlas después en los atentados organizados en Europa.”
Presente en Bucarest en una conferencia sobre temas de seguridad, Ducaru ha afirmado que, a través del establecimiento a principios de julio de la adhesión de Montenegro a la OTAN, se pueden crear las premisas para recuperar la estabilidad en los Balcanes, región muy cercana tanto al espacio exsoviético como a Oriente Medio. Inmediatamente después de la inauguración este mes, en Deveselu, de los componentes del sistema antimisiles estadounidense, Rumanía se ha visto afectada por un bombardeo retórico desde Moscú, con reproches y advertencias, aunque todos los responsables políticos de Bucarest hayan destacado que el escudo no se dirige contra los rusos. El secretario de Estado en el Minsiterio rumano de Defensa, Ştefan Tinca, ha vuelto a afirmar que el terrorismo y el fenómeno de la migración representan a su vez grandes peligros:
“Lo que viene del sur es igual de arriesgado para nosotros: el problema de la migración, por no hablar del terrorismo. Hubo rumanos que murieron en los atentados del oeste de Europa. Es decir que opino que no podemos decir que sólo se trata del este, porque estamos también en una situacion muy expuesta desde el sur, tal vez no en igual medida, pero debemos ver la cercanía en su conjunto, del norte al sudeste y después al oeste.”
El jefe de Estado Mayor General del Ejército rumano, el general Nicolae Ciucă, ha afirmado a su vez que las agresiones pueden superar el enfrentamiento estrictamente militar, pero se ha declarado convencido de que Rumanía y la OTAN, en su conjunto, pueden hacer frente a todos los retos.