La necesidad de modernizar el sistema sanitario
Según el primer ministro Ludovic Orban, la epidemia del COVID-19 ha puesto de relieve una serie de fallos del sistema sanitario rumano y promete inversiones en el sector.
Eugen Coroianu, 03.06.2020, 13:41
Está claro que, sobre todo después de esta epidemia, tendremos que replantear con mucho cuidado el sistema sanitario en Rumanía, ha dicho el martes el primer ministro Ludovic Orban en un debate sobre este tema. Él ha señalado asimismo que la situación creada por el coronavirus ha revelado una serie de elementos que no funcionan y que necesitan ser enderezados, una serie de fallos del sistema sanitario que, durante mucho tiempo, ha sido tratado como si fuera una Cenicienta.
El primer ministro ha destacado que la infraestructura de hospitales es antigua, lo que crea «muchos» problemas y que se están promoviendo «muy pocas» nuevas inversiones. También ha lamentado el hecho de que el sistema sanitario está crónicamente infrafinanciado, basándose sólo en las contribuciones de un pequeño número de ciudadanos rumanos porque hay muchas categorías de personas exentas de pago que, aunque se benefician de los servicios de salud, no participan en su financiación. Además, ha señalado Ludovic Orban, el nivel de digitalización en el sistema sanitario es «extremadamente atrasado».
«La tarjeta sanitaria, ya se sabe, está casi en colapso. El nivel de digitalización en la salud es muy atrasado. Nosotros mismos, ahora, nos hemos enfrentado a la necesidad de digitalización, con todas las bases de datos que tuvimos que administrar en un tiempo extremadamente corto y la necesidad de transmitir información en un sistema extremadamente rápido. Y en este sector las cosas, claramente, necesitan ser cambiadas cuanto antes».
El primer ministro ha recordado, sin embargo, un elemento positivo que se ha notado durante la pandemia: la capacidad de adaptación del sistema médico que ha reaccionado rápidamente en la lucha contra la COVID-19. También ha destacado la necesidad de aprobar medidas relacionadas con la gestión hospitalaria. «Es evidente que aunque teóricamente los procedimientos existen, no se conocen y no se han implementado; en la gran mayoría de los casos, la gestión hospitalaria está en manos de personas que no tienen la formación necesaria y la autoridad para imponer todas las reglas en los hospitales, lo que permite prácticamente la existencia de un sistema policéntrico de autoridad a nivel de los hospitales», ha subrayado el jefe de Gobierno.
Por otra parte, Ludovic Orban ha puntualizado que en el próximo período el Gobierno tendrá que intervenir “muy seriamente” incluso en lo que respecta a la política de medicamentos. El mantenimiento del sistema de recuperación de los pagos (clawback) que no ha sido replanteado ha llevado prácticamente a la desaparición del mercado rumano de cientos y tal vez incluso miles de medicamentos, ha explicado Orban. Ha subrayado que, en el próximo período, las inversiones en el sistema sanitario serán «una prioridad» para el Gobierno, junto con las inversiones en la infraestructura de transporte, energía, educación y comunicaciones, investigación y desarrollo.
También el martes, el ministro de Sanidad Nelu Tătaru ha enumerado una serie de problemas del sistema de salud, tales como: la politización, la gestión, la legislación, la inexistencia de una política de inversión coherente y la política de medicamentos. «Tenemos que pensar en un pacto sobre la salud, necesitamos profesionales», ha señalado el ministro. Por otro lado, Nelu Tătaru ha declarado que Rumanía se encuentra en una pendiente descendente de las enfermedades con COVID-19 y que hay cada vez menos casos graves. La transmisión comunitaria del virus es baja y el número de pruebas realizadas en todo el país ha disminuido. El Ministerio de Sanidad también ha anunciado que realizará un estudio de seroprevalencia de la infección con el nuevo coronavirus en el territorio de Rumanía. Éste tendrá lugar entre junio y septiembre de 2020 y su objetivo es observar la propagación de la infección en la población, de modo que se puedan fundamentar adecuadamente las futuras medidas de protección. Se estima que se recolectarán e investigarán más de 29.000 sueros residuales.