La Ley Offshore, a debate en el Parlamento
Sobre el trasfondo de la crisis energética amplificada por la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia, se presenta un nuevo proyecto de ley ante el Parlamento.
Mihai Pelin, 11.04.2022, 11:16
Esta semana se debatirá en el Parlamento de Bucarest la nueva Ley Offshore, que, una vez aprobada, permitirá el inicio de las inversiones para la extracción de gas del perímetro marítimo de Rumanía, en el Mar Negro, y al mismo tiempo, el desarrollo de la industria petroquímica. El proyecto de ley ha recibido ya el visto bueno por parte del Partido Nacional Liberal, el Partido Social Demócrata y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía, socios en el Gobierno, y la forma final será asumida en el Parlamento por la actual mayoría. Según el viceprimer ministro Kelemen Kunor, líder de la Unión de los Húngaros, el gas se extraerá del Mar Negro como muy pronto en 2026-2027. Explicó que una crisis económica también significa oportunidades, y que las autoridades están obligadas a atraer a los inversores en los próximos años y a ver qué cambios hay que hacer para sustituir las centrales eléctricas de carbón por turbinas de gas.
El primer ministro rumano Nicolae Ciucă, recientemente elegido presidente de la formación liberal, también está de acuerdo con esta ley, porque así Rumanía puede reducir su dependencia del gas ruso. Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Marcel Ciolacu, jefe del PSD, apoya este proyecto, para el que existe determinación política y coherencia legislativa, gubernamental y ejecutiva. Desde hace más de cuatro años, la Ley Offshore está bloqueada en el Parlamento, donde los proyectos de ley se encuentran en distintas fases de debate.
El nuevo proyecto de ley se ha debatido durante varios meses en el seno de la coalición de Gobierno y ahora ha recibido luz verde. Una de las opciones es que el Estado rumano reciba al menos el 60% de los beneficios de la extracción de gas, y las empresas privadas el 40%. En la actualidad, la ley prevé un impuesto progresivo de entre el 30% y el 70% sobre los ingresos adicionales derivados del aumento del precio del gas, y las empresas están obligadas a vender el 50% de su producción de gas en la Bolsa de Bucarest.
La Ley Offshore ha despertado mucho el interés de algunas empresas que esperan ansiosas empezar a explotar el gas natural en el Mar Negro. OMV Petrom, empresa austriaca de la que también es accionista el Estado rumano, y otros productores de gas han gastado miles de millones de dólares durante una década para preparar la extracción de las reservas de gas de unos 200.000 millones de metros cúbicos que se calcula que se encuentran en la plataforma continental de Rumanía, mientras que el consumo nacional es de unos 11.000 millones de metros cúbicos al año. Esto permitiría a Rumanía pasar de ser un importador a un exportador de gas natural. Junto a los austriacos, los estadounidenses de ExxonMobil fueron los que anunciaron que invertirían, pero en 2019 decidieron abandonar Rumanía y vender su participación en el perímetro del Mar Negro a la empresa estatal rumana Romgaz. A lo largo de los años, el nivel de impuestos sobre los ingresos de los que podrían beneficiarse las empresas extractivas ha sido uno de los principales obstáculos para la explotación del gas del Mar Negro. Esto ha provocado la reticencia de los inversores y la suspensión de los proyectos, favoreciendo la importación de gas de Rusia.
Versión en español: Valeriu Radulian