La justicia y el pasado comunista
Después de 23 años, los fiscales rumanos vuelven a formular una acusación de genocidio. Según el Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo, la acusación del ex comandante del Penitenciario de Râmnicu Sărat, Alexandru Vişinescu, representa o
Corina Cristea, 04.09.2013, 16:21
Casi 25 años después de haber castigado a la pareja de dictadores Ceauşescu, los fiscales rumanos formulan una nueva acusación, esta vez contra un antiguo director de una cárcel de presos políticos. Alexandru Vişinescu tiene ahora 88 años de edad y está siendo investigado por haber aplicado castigos abusivos entre 1956 y 1963. Estos castigos causaron la muerte de algunos de los presos. Alexandru Vişinescu es solamente uno de los 35 torturadores identificados por el Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo de Bucarest y la decisión de la Fiscalía de acusarlo de genocidio es histórica. He aquí la declaración del presidente ejecutivo del Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo, Andrei Moraru:
Esta es la primera acusación contra un jefe de cárcel comunista. Para las víctimas del régimen comunista esto representa un paso adelante. En el caso de los demás jefes del sistema de cárceles y, en general, para las personas sospechosas de haber cometido crímenes y abusos durante el régimen comunista, esta decisión confirma que vamos por el buen camino y que aumentarán las investigaciones.
La acusación está considerada como un acto de justicia para aquellos que sufrieron en las prisiones comunistas y para sus familias. Según el historiador Stelian Tănase, la decisión puede contribuir a que la sociedad acepte el pasado comunista:
El juicio de Vişinescu tiene valor simbólico, porque someterá a un debate muy duro el pasado de Rumanía anterior a 1989. Es la primera vez que pasa esto. Hasta ahora, han pagado a través del oprobio pequeños informadores, pero es necesario llegar a las personas importantes del sistema. El comandante de la Prisión de Râmnicu Sărat era un personaje muy importante. En aquella prisión, que no era una prisión cualquiera, se encontraban aquellos que habían sobrevivido en Sighet, en Aiud, políticos y otras personas especiales.
Dentro de casi dos meses, el Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo presentará al segundo acusado de la lista de torturadores.
(trad. Monica Tarau)