La agricultura y los efectos de la sequía
Rumanía se ha visto muy afectada por la sequía. El Ejecutivo está analizando ahora las maneras necesarias para compensar parte de las pérdidas de los granjeros a través de ayudas públicas y procedentes de la Comisión Europea.
Corina Cristea, 20.08.2015, 14:35
Después de más de dos meses de canícula y
cuatro meses marcados por la falta de lluvia, en Rumanía está lloviendo. Sin
embargo, los meteorólogos opinan que debería llover dos semanas continuas para
que se recuperen las reservas de agua en la tierra. La sequía ha producido ya
pérdidas importantes en todas las regiones del país, y los productores han
estimado que su nivel supera 2.000 millones de euros. El Ejecutivo de Bucarest
ha analizado las medidas que se puedan tomar para ayudar a los granjeros cuyos
cultivos se han visto afectados. Parte de las ayudas proceden de la Comsisión
Europea para las grandes explotaciones. Para los pequeños cultivos, las
autoridades rumanas han prometido ya ayudas procedentes del presupuesto
público. Este miércoles, en una reunión del Gobierno, el primer ministro Victor
Ponta ha pedido al ministro de Agricultura, Daniel Constantin, que comience la
evaluación de las pérdidas:
Por
supuesto, este año la situación de la agricultura no será tan buena como en los años anteriores.
No en todos los tipos de cultivos, pero existen problemas, y les voy a pedir
que, junto con los representantes de las asociaciones, comiencen ya la
evaluación de las pérdidas, nos dirijamos a la Comisión Europea y ayudemos a
aquellos que este año han registrado pérdidas, porque son los mismos que el año
pasado, hace dos años, hace tres años, mientras que la agricultura estaba
creciendo, nos ayudaron.
El maíz es el
más afectado, pero los especialistas han afirmado que también hay grandes problemas
en el caso de los cultivos de girasol y soja. La sequía ha afectado también a
otros cultivos, como los de trigo y colza, a las legumbres y las frutas. Los
representantes de las Asociaciones de Productores Agrícolas en Rumanía esperan
que las produciones se reduzcan un 25-30% frente a 2014 y han afirmado que, en
estas condiciones, los granjeros no podrán preparar el nuevo año agrícola.
Además de la
sequía que ha causado esta situación, otro factor es el estado del sistema de
riego en Rumanía, un 90% destrozado frente al período comunista. Actualmente se
pueden regar solo 300.000 hectáreas, frente a los 3,3 millones de hectáreas
cuanto se regaban en 1989. Las cifras han mostrado que la rehabilitación de la
infraestructura de irrigación a nivel nacional costaría casi mil millones de euros. Recientemente, el ministro de Agricultura ha afirmado que se podría
financiar con fondos europeos, al incluirla en el plan Juncker, un proyecto
de inversión pública que pone a disposición de las economías de los países
miembros más de 300.000 millones de euros. Daniel Constantin no ha descartado
la posibilidad de un acuerdo político parlamentario, para promover una ley
sobre la reahabilitación del sistema de riego en los próximos cinco años.
(Traducido por Monica Tarau)