Klaus Iohannis: balance de los primeros 100 días de mandato
La firma del acuerdo para el crecimiento del presupuesto destinado a Defensa, la recuperación de la confianza entre el Estado y el ciudadano, pero también del respeto y de la credibilidad de Rumanía en el exterior son algunos de los resultados que el pre
Corina Cristea, 01.04.2015, 14:09
Después de 100 días de mandato, el mayor descontento del presidente Klaus Iohannis sigue siendo la manera en la que el Parlamento continúa gestionando las solicitudes de la justicia. A esto se añade también el hecho de que no se ha cumplido con las promesas sobre la introducción de nuevos procedimientos, más transparentes y más sencillos, respecto a la aprobación de las solicitudes. En su opinión, esto puede afectar incluso a la adhesión de Rumanía al espacio de Schengen, prevista para marzo de 2011, pero todavía no solucionada. He aquí la declaración de Klaus Iohannis:
“Cada episodio en el que la justicia se vea bloqueada en el Parlamento significa un paso atrás en la recuperación de la confianza pública y una fuente de pérdida de la legitimidad, y los efectos superan el momento de una votación. Respecto a los políticos sospechosos de corrupción y al hecho de huir de la justicia, quiero subrayar que existe una prueba que, si no se supera, nada y nadie puede ayudar. Esta prueba se refiere a la integridad personal. Por mucho que se intente, esto no se puede fingir. En la política, si cometes un grave error, tienes que presentar tu dimisión.”
Pero esto es algo poco frecuente en la política rumana, en la que la Dirección Nacional Anticorrupción está trabajando mucho, y ha añadido nuevos nombres a la larga lista de los políticos o de las personas que trabajan en la administración y que están acusadas de corrupción. Los problemas ocurren en el momento en el que los compañeros de la Cámara apoyan al parlamentario, en cuyo caso la Dirección Nacional Anticorrupción solicita que se levante la inmunidad para iniciar el enjuiciamiento penal, según ha pasado recientemente con el senador socialdemócrata Dan Şova, exministro de Transportes, o con el senador Varujan Vosganian, exministro de Economía, que presentó posteriormente su dimisión del Partido Nacional Liberal.
Quien no aprende las lecciones de la historia está condenado a repetir el pasado y no puede construir otro futuro, ha declarado el jefe del Estado. El mandatario ha llamado la atención sobre el hecho de que el cambio de la clase política y de las mentalidades es un largo proceso. Pero es un proceso que hace unos meses parecía imposible, mientras que hoy ya ha comenzado. La resistencia al cambio es la primera señal de que esto está pasando. Nuevamente ante el micrófono Klaus Iohannis:
“La Rumanía del trabajo bien hecho es posible, un país que sepa lo que quiere y que pueda lograrlo. Este es un proyecto de curación del país, que necesita una condición sencilla para funcionar: que cada uno haga su trabajo con responsabilidad. Dije que iba a ser un presidente mediador e integrador. Después de varios años de permanente conflicto, he traído a la mesa del diálogo a los partidos políticos, a los representantes de las instituciones, a la sociedad civil, para hablar sobre distintos temas. Uno de los resultados ha sido la firma del acuerdo para aumentar el presupuesto de Defensa.”
Klaus Iohannis ha recordado también las visitas al exterior que ha realizado como presidente, considerando que en estos 100 días, Rumanía ha vuelto a comenzar a ganar su respeto y credibilidad en las grandes capitales europeas y de otras partes del mundo.
(Versión española; Monica Tarau)