Justicia después de las protestas organizada en verano
La Fiscalía continúa las investigaciones sobre los actos violentos que tuvieron lugar hace dos meses en Bucarest.
Bogdan Matei, 12.10.2018, 13:04
Los fiscales civiles han anunciado este jueves que han identificado y han detenido a nuevos manifestantes violentos que golpearon a los gendarmes el pasado 10 de agosto durante la manifestación antigubernamental organizada en Bucarest. Convocada por algunas organizaciones de rumanos que viven en el exterior y marcada por algunos enfrentamientos entre los participantes y las fuerzas del orden, la protesta fue finalmente sofocada por la intervención de la Gendarmería. Centenares de personas de ambas partes fueron entonces heridas y más de cien mil manifestantes, pacíficos en su mayoría, entre los que también había mujeres y niños, inhalaron gas lacrimógeno.
Según un comunicado de la Fiscalía del Tribunal del Sector 1 de Bucarest que desarrolla investigaciones en una causa penal sobre los actos violentos contra los gendarmes, dos hombres han sido detenidos por haber cometido hace dos meses delitos de ultraje y perturbación del orden público. Este viernes, el tribunal ha dispuesto su detención durante 30 días. Uno de ellos está acusado de haber golpeado con los pies a un gendarme, y el otro de haber usado una pieza de metal para atacar a otro miembro de las fuerzas del orden. Poco después de la manifestación, los investigadores también habían conseguido identificar a la persona que, al estar en el medio de un grupo que estaba atacando a una gendarme que se había quedado aislada, le había robado la pistola.
La ministra del Interior, la socialdemócrata Carmen Dan, afirmó hace dos semanas que los fiscales no estaban llamando a audiencia a las personas que habían cometido los actos violentos, aunque la Policía hubiera identificado a decenas de agresores, y las pruebas fueran presentadas ante la Fiscalía.
Por otro lado, los manifestantes pacíficos que fueron víctimas del desenfreno de los gendarmes han lanzado acusaciones similares contra el poder de izquierda. Ellos temen que éste intenta bloquear la investigación de la Fiscalía Militar contra las personas responsables de la acción del aparato policial. En septiembre, cuatro personas de la dirección de la Gendarmería fueron acusadas oficialmente de complicidad en abuso de poder y conducta abusiva. Pero las víctimas han afirmado que quieren conocer también la identidad de las personas que les golpearon en la calle con los bastones, les pisotearon y lanzaron gas lacrimógeno a sus ojos a tan sólo unos centímetros de ellos.
La semana pasada, los actos violentos cometidos durante la manifestación gubernamental y la situación de la Justicia y del Estado de derecho en Rumanía fueron debatidos en el Parlamento Europeo después de haber sido analizados también en el Legislativo de Bucarest.
La Cámara de los Diputados ha debatido también la moción sencilla presentada por el PNL, el mayor partido de la oposición de derecha, contra la ministra del Interior. Titulada “Los bastones del PSD contra la mejilla de la democracia rumana”, ésta acusa a la señora Carmen Dan de haber coordinado las acciones represivas. En el Parlamento, la ministra ha vuelto a declararse convencida de que la intervención de los gendarmes fue legal y ha asegurado que los culpables por los actos violentos responderán ante la ley. Esto es lo que la sociedad civil y la prensa de Bucarest piden de manera cada vez más insistente.