Iohannis pidió al Parlamento más coherencia en la elaboración de las leyes
Un legislativo más eficiente, más responsable y más severo con la corrupción de sus propios miembros es lo que ha exigido el presidente Klaus Iohannis.
România Internațional, 17.09.2015, 13:38
A diferencia de sus predecesores a la cabeza de la Rumanía postcomunista, Ion Iliescu y Traian Basescu, el actual presidente Klaus Iohannis nunca ha sido parlamentario. Alcalde de Sibiu (ciudad situada en el centro del país) entre los años 2000 y 2004, representando al Foro Democrático Alemán, Iohannis se adhirió a una de las formaciones políticas nacionales, el PNL, en el año 2013. Por eso, según señalan los comentaristas, el jefe del Estado se puede convertir en el portavoz del descontento de los ciudadanos por el funcionamiento del Legislativo y por los juegos políticos de los senadores y diputados de los grandes partidos. Este miércoles, Iohannis pidió al Parlamento más coherencia en la elaboración de las leyes.
En un discurso pronunciado en el pleno reunido de las dos cámaras, el jefe del Estado ha advertido que las repetidas modificaciones legislativas han afectado a campos clave tales como la Educación o la Sanidad. Por ejemplo, la ley de educación ha sido modificada 26 veces, la ley de sanidad 114 veces, la de administración local 36 veces, mientras que el Código Laboral ha sufrido 28 modificaciones y la ley de adquisiciones públicas, 35. El resultado es el descontento de la población.
Escuchemos la declaración de Klaus Iohannis :
“Según indica un estudio reciente, un 80% de los rumanos ha afirmado que las leyes de Rumanía son difíciles. El hecho de que la gente desee normas jurídicas más claras y más sencillas, que no cambien de un día para otro, creo que ya no sorprende a nadie.”
En lugar de este modo contraproducente y costoso de legislar, el presidente propone a los parlamentarios lo siguiente:
“Una legislación flexible, elaborada conforme a las necesidades y expectativas de la sociedad, sin populismo y duradera, que tiene que convertirse en una prioridad de toda la clase política.”
En los últimos años, decenas de parlamentarios han sido investigados y finalmente condenados en grandes expedientes de corrupción.
La lentitud y el rechazo de sus compañeros para aprobar el levantamiento de la inmunidad parlamentaria a algunos de los diputados y senadores investigados por la DNA han afectado al prestigio del Legislativo. “En mi opinión, un parlamento fuerte significa también respetar la justicia. No quiero intervenir en la actividad del parlamento, pero el modo en que esta institución responde a las demandas de la justicia puede afectar su credibilidad”, ha dicho el presidente Iohannis a sus electos.
Después del discurso, tanto los representantes del poder socialdemócrata como los de la oposición liberal se muestran dispuestos a mejorar la imagen del Parlamento que desde hace años se beneficia, según los sondeos, de la confianza de tan sólo un 10-12% de los rumanos.