Informar a la población en tiempos de pandemia
Sobre el trasfondo de la relajación de las restricciones y de un vacío legislativo en cuanto a la cuarentena y el aislamiento, en Rumanía se constata un aumento de las infecciones con el nuevo coronavirus.
Eugen Coroianu, 08.07.2020, 14:37
Después de la relajación gradual de las restricciones impuestas para limitar la propagación del coronavirus, Rumanía se enfrenta últimamente a un incremento preocupante del número de contagios. Por consiguiente, los hospitales que reciben enfermos de COVID-19 anuncian cada vez menos camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos para los casos graves. Una reciente decisión del Tribunal Constitucional ha invalidado la legislación a través de la cual se imponía la cuarentena y el aislamiento en el período del estado de emergencia o de alerta, cosa que ha determinado una ola de peticiones de alta voluntaria de los enfermos, aumentando el riesgo de propagación del virus. Cabe precisar que el Gobierno liberal ha formulado un nuevo acto legislativo en este campo que espera ser validado por el Parlamento, dominado por la oposición socialdemócrata.
La población manifiesta una resistencia aumentada en cuanto al cumplimiento de las normas de seguridad sanitaria y también las autoridades han reducido los controles y la aplicación de multas. En estas condiciones, el epidemiólogo Adrian Marinescu del Instituto «Matei Balş» de Bucarest ha afirmado que hace falta más información para que la gente entienda por qué es necesario el ingreso y el aislamiento:
«Creo que la comunicación, la manera en que se plantea un problema y cómo llega la información son sumamente importantes. Se trata de una enfermedad infectocontagiosa que se transmite muy fácilmente. Una persona confirmada como positiva, aunque no presente síntomas, puede contagiar a su familia si mantiene contacto prolongado o a sus compañeros de trabajo. Por lo tanto, primero debe aislarse en el hospital y luego en su domicilio para no contagiar a otras personas«.
La ciudad de Galați (en el sudeste del país) se enfrenta a una situación especial. El Hospital de Emergencia de la ciudad ha decidido restringir los ingresos de pacientes después de que la semana pasada fuera identificado un foco de coronavirus y más de 50 empleados fueran confirmados como positivos. Los pacientes con resultados negativos de COVID-19 y con un estado general estable de las secciones en las que se descubrieron infecciones fueron dados de alta y los que necesitan tratamiento o los enfermos crónicos fueron transferidos a otras secciones. Los pacientes con resultados positivos que necesitaban tratamiento fueron transferidos a otros hospitales para poder desinfectar las zonas afectadas. En el presente, en el hospital están ingresados aproximadamente 400 pacientes aunque su capacidad total asciende a 1200 camas, según ha precisado el portavoz de la unidad médica para la emisora pública.
El martes pasado, en el Parlamento empezó su actividad una comisión de investigación sobre las adquisiciones y la manera en que el Gobierno gestionó el estado de emergencia. Entre otras cosas se ha decidido verificar también a otros Ministerios y solicitar al Gobierno detalles sobre la creación del Grupo de Comunicación Estratégica. La Comisión desea reunir testimonios de ciudadanos que llegaron al país durante la pandemia y de los que estuvieron en cuarentena o ingresados en el hospital.