Finalizan las vacaciones de Semana Santa
Como todos los años, los rumanos, la mayoría de ellos cristianos ortodoxos, han celebrado la Resurrección del Señor junto a sus familias, en casa, en las montañas o en el extranjero, con comida tradicional.
România Internațional, 19.04.2017, 14:22
En 2017, los cristianos de todo el mundo han conmemorado juntos, el 16 de abril, la Pascua de Resurrección de Jesucristo, la fiesta central del cristianismo. “¡Cristo ha resucitado! “¡Verdaderamente ha resucitado!, con este saludo, los rumanos, en su mayoría ortodoxos, han recibido la noticia de la Resurrección. Muchos han acudido a las misas celebradas en todas las iglesias y monasterios del país, así como en las iglesias ortodoxas en el extranjero. Respetando las tradiciones y costumbres más antiguas, el Domingo de Resurrección los rumanos se han reunido con sus familias para disfrutar de la comida típica que incluye huevos pintados, cordero asado, cozonac (bizcocho con nueces) y pască (pan dulce con relleno de queso y pasas). Tampoco podían faltar el vino y el drob (una mezcla de intestinos, carne y verdura fresca).
El Lunes de Pascua, muchos han visitado a sus amigos o familiares o han salido para dar un paseo por el parque. Este año la mayoría de los rumanos han optado por quedarse en casa durante la Semana Santa. Para la comida tradicional de Pascua se han gastado unos 500 lei (110 euros), según indica un sondeo del IRES. Más de 100.000 rumanos han querido pasar la fiesta de Pascua en las montañas, en el Valle de Prahova, en Bucovina y Maramureş, zonas donde se han conservado muchas costumbres y tradiciones. En el litoral del mar Negro, los hoteles estaban casi vacíos, ya que solo unos 900 rumanos han optado por este destino.
Durante estas vacaciones, los rumanos se han gastado más de 7 millones de euros en servicios turísticos, según las Patronales del Turismo, aunque las tarifas han aumentado entre un 2 y un 5% frente al 2015. Pero el destino más buscado por los rumanos han sido las pensiones rurales. La Pascua en el campo ha sido la primera opción, ya que los que viven en las grandes ciudades, siempre aglomeradas, han querido volver a las tradiciones rumanas. Otros rumanos han viajado al extranjero, donde los destinos más buscados de Pascua han sido el litoral búlgaro del mar Negro, Grecia o Tenerife. El tiempo, muy frío para el mes de abril, ha cambiado un poco los planes de los rumanos. En muchas zonas del país ha nevado y se han registrado vientos fuertes.
En la capital, el ayuntamiento ha cancelado un concierto al aire libre y ha cerrado el mercado de Pascua abierto en el centro de Bucarest. En las casetas llenas de productos típicos rumanos, los visitantes han podido comprar objetos de madera, vidrio y cerámica, instrumentos musicales, trajes populares, así como comida para todos los gustos. El mercado también ha contado con una zona destinada a los niños, con trenecitos, juguetes y talleres donde artistas plásticos y actores conocidos han ayudado a los niños a expresar su talento creativo. Muchos rumanos que trabajan en el extranjero han vuelto a casa para celebrar la Pascua junto a sus familias. Los que no han podido viajar han celebrado la fiesta con comida tradicional casera enviada desde Rumanía.
(Trad. Simona Sarbescu)