Estado grave de los hospitales
Dos informes del Departamento de Situaciones de Emergencia encuentran múltiples irregularidades con respecto a la seguridad contra incendios en los hospitales rumanos.
Eugen Coroianu, 01.02.2021, 13:43
Se han encontrado casi cuatro mil violaciones de las normas de protección contra incendios como resultado de los controles de prevención llevados a cabo el año pasado en unas quinientas unidades sanitarias con camas en Rumanía. Los datos están contenidos en un informe del Departamento de Situaciones de Emergencia de diciembre de 2020, dirigido al entonces ministro de Sanidad. De un número similar de irregularidades se había informado un año antes, en 2019, según otro informe.
Las listas de deficiencias importantes incluyen: operación sin permiso de seguridad contra incendios; no equipar las construcciones con medios de detección, señalización y alarma en caso de incendio o su no funcionamiento en los parámetros para los que fueron diseñadas; organización inadecuada de las actividades de protección contra incendios, en particular en lo que respecta a la evacuación de usuarios; capacidad reducida para rescatar a pacientes que no pueden evacuar por su cuenta debido a la falta de personal médico, especialmente en los turnos de noche.
130 unidades de cuidados intensivos no cuentan con una autorización de seguridad emitida por los bomberos y muchos hospitales funcionan sin hidrantes ni extintores, detalla el documento. Además, se operan instalaciones eléctricas con fallas, improvisaciones o en condiciones de sobrecarga, debido a la conexión de algunos artefactos de potencia elevada en redes eléctricas que no estaban preparadas para este uso.
Se han impuesto cientos de multas, se han emitido miles de advertencias y se han llevado a cabo ejercicios de alarma/evacuación y primeros auxilios. Dichos informes han sido publicados por el Ministerio de Sanidad este domingo, después del incendio de la semana pasada en el Instituto Matei Balş en Bucarest, que se produjo después de otro similar acaecido en noviembre en el Hospital de la Provincia de Piatra Neamţ (al noreste). Ambos incendios han dejado muertos y heridos entre los pacientes que estaban recibiendo tratamiento por la COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos.
El actual ministro de Sanidad, Vlad Voiculescu, ha dicho que la infraestructura sanitaria en Rumanía se ha deteriorado constantemente en los últimos años y que deberían haberse construido nuevos hospitales hace mucho tiempo. Ha señalado que las salas en que están ingresados los pacientes con COVID aún están llenas, por lo que las instalaciones eléctricas o de gas aún no se pueden cambiar, incluso si la presencia de oxígeno médico es un factor de riesgo. El ministro ha prometido que en los próximos tres años se echarán los cimientos de nuevos hospitales regionales en Craiova (sur), Iasi (noreste) y Cluj (noroeste), pero que es necesario construir nuevos hospitales también en Bucarest y en otras ciudades.
Voiculescu ha anunciado la creación de un fondo nacional destinado exclusivamente a mejorar la infraestructura del sistema de salud pública y su principal objetivo es la seguridad del paciente. Se financiará de fondos europeos y del presupuesto nacional y permitirá a los hospitales realizar inversiones urgentes en la seguridad contra los incendios, contra los terremotos y en la prevención de las infecciones nosocomiales.