Estadísticas sobre la reciente inmigración de los rumanos
Las investigaciones sociológicas y demográficas muestran que la inmigración de los rumanos hacia Occidente no afecta negativamente a los países de destino.
Monica Tarău, 09.07.2014, 16:24
A pesar de ser uno de los temas principales de los discursos xenófobos de todos los partidos populistas de Occidente, el peligro de la inmigración rumana parece ser más bien un mito que una realidad. Después de haber sido mencionada frecuentemente en Italia, Francia, Países Bajos y Reino Unido, la supuesta invasión de los rumanos que cometen delitos y reciben ayudas sociales queda negada por todas las investigaciones sociológicas especializadas. Frente a la mayoría de los rumanos que trabajan de forma honesta, la delincuencia es un fenómeno absolutamente marginal. Desde el 1 de enero de 2007, cuando ingresó en la Unión Europea, y sus ciudadanos pudieron viajar libremente al espacio comunitario, Rumanía ha exportado mano de obra calificada a los países más prósperos de Occidente. Un estudio realizado recientemente por el Instituto Europeo de Bucarest muestra que el número de los rumanos que se han ido al extranjero ha sido menor de lo que se anticipaba, y los que se han marchado no lo han hecho para obtener ayudas sociales. Además, en los últimos años, han emigrado especialmente personas con estudios superiores y muy cualificadas que acceden fácilmente al mercado laboral occidental. El secretario de Estado del Ministerio del Trabajo, Codrin Scutaru, ha destacado la preocupación de las autoridades de Bucarest por este fenómeno que disminuye la población de Rumanía y reduce el número de especialistas:
“La mayoría de las veces, de Rumanía se van personas con alta formación universitaria y postuniversitaria o personas que tienen la formación técnica que la economía de Rumanía necesita. Hay más de 2.000.000 de ciudadanos rumanos que trabajan en el extranjero y esto contribuye al declive demográfico. El impacto que la movilidad del personal calificado y altamente calificado tiene sobre la economía rumana no se debe ignorar.”
Los autores del estudio destruyen los estereotipos sobre las desventajas de la presencia de los trabajadores inmigrantes. Ellos subrayan que un ciudadano que se va a trabajar de forma legal a otro país contribuye al crecimiento económico del país en cuestión. Lo mismo opina el expresidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering:
“La libre circulación de las personas y de los trabajadores es muy importante, porque representa la base del mercado interno europeo. Por supuesto, tenemos que impedir la explotación de los sistemas de seguridad social por parte de las personas que solo quieren el dinero. Sin embargo, si las personas trabajan, es importante que no haya restricciones en el mercado laboral.”
En Bucarest, el exjefe del Legislativo europeo ha vuelto a declarar que la Unión Europea no debe impedir la libre circulación de sus ciudadanos, porque representa una ventaja para los países miembros.