Epidemia y vacunas
El programa de visitas a los pacientes ha sido limitado en los hospitales de Rumanía debido al gran número de enfermedades transmisibles.
Roxana Vasile, 06.02.2018, 13:09
Es la temporada de la gripe y en Rumanía el número de casos de enfermedades transmisibles aumenta cada día. Por esta razón, varios hospitales del país han decidido limitar el programa de visitas a los pacientes. Se trata del Instituto Regional de Oncología de Iasi, ciudad ubicada en el noreste del país, que está en cuarentena después de que una paciente de leucemia muriera de gripe. También en otros enfermos de cáncer ha sido confirmada la presencia del virus gripal, encontrándose algunos de ellos en estado muy grave. Lo más probable, es que los enfermos cogieran el virus de un visitante. Por eso, el director médico del hospital, Gabriel Dimofte, ha anunciado que el acceso de los visitantes ha sido prohibido y a los pacientes se les aplican pruebas de diagnóstico rápido para limitar la propagación del virus.
Gabriel Dimofte:
“Hemos prohibido el acceso de los visitantes porque el riesgo es muy grande. Varios pacientes están sometidos a las pruebas de diagnóstico rápido y en los próximos días recibiremos los resultados. Hay seis pacientes con gripe en la Unidad de Cuidados Intensivos de los cuales uno o dos ya se sienten mejor. Otros cinco pacientes están en la Sección de Hematología.”
Un simple resfriado puede aparecer en cualquier período del año, pero de octubre a febrero la gripe aparece con más frecuencia porque las condiciones meteorológicas y los cambios bruscos de temperatura determinan la disminución de la inmunidad. Dado que hasta ahora el virus gripal ha causado 10 decesos en Rumanía y el punto máximo del contagio no ha pasado, los médicos siguen aconsejando a la gente que se vacune. A la vez, les recomiendan respetar estrictamente las medidas de higiene individual, consumir muchas frutas y verduras y evitar la automedicación. Una atención aparte se concede a las categorías de riesgo, es decir a los enfermos crónicos, las mujeres embarazadas, los ancianos y niños.
Los habitantes de Timisoara, en el oeste de Rumanía, están muy asustados después de que el pasado fin de semana, la prensa difundiera imágenes de los salones del Hospital de Enfermedades Infecciosas que presentaban paredes sucias y desconchadas así como muebles oxidados.
Por consiguiente, el hospital ha sido multado varias veces por las condiciones insalubres, dotación inadecuada de los baños y el modo deficitario de recolección de los residuos. Lo trágico es que las multas no resuelven los problemas y desafortunadamente hay numerosos hospitales en el país que presentan las misma condiciones que el hospital de Timisoara. En el contexto de la subfinanciación, durante muchos años, del sistema sanitario y de la gran indolencia de las autoridades locales para realizar inversiones en la infraestructura médica, en Rumanía se puede morir fácilmente. Las autoridades tienen grandes dificultades, por ejemplo, para resolver la larga crisis de la falta de inmunoglobulinas que surgió tras la desaparición del mercado de algunos productores.