En espera de los informes sobre la Justicia
Los debates públicos de Rumanía están nuevamente dominados por lo que muchos llaman la “telenovela del PSD contra la DNA.
Bogdan Matei, 16.02.2018, 14:25
Un nuevo escándalo, con golpes sin reserva alguna, hace que se enfrenten algunos políticos antaño influyentes y algunos investigadores anticorrupción cuyos métodos laborales se han puesto en tela de juicio. El lugar es Prahova (en el sur), uno de los distritos más ricos de Rumanía, gracias a la cuenca petrolífera y las importantes ciudades montañosas, y durante mucho tiempo lo que la prensa local denomina el feudo de la dinastía socialdemócrata de Cosma. Expresidente del Consejo Distrital durante más de un decenio, Mircea Cosma, y su hijo, Vlad, exdiputado, han sido condenados en primera instancia a 8 y 5 años de prisión respectivamente, en un caso de corrupción investigado por la DNA. Actual parlamentaria del PSD, Andreea, hija de Mircea y hermana de Vlad, es a su vez encausada por los fiscales anticorrupción.
Entre la espada y la pared, la familia ha contraatacado. Vlad Cosma ha acusado a los investigadores de haberlo usado para crear pruebas contra otros miembros del PSD, el ex primer ministro Victor Ponta y el exdiputado de Prahova, Sebastian Ghiţă, quien huyó posteriormente a Serbia. La jefa de la DNA, Laura Codruţa Kövesi, ha negado categóricamente las acusaciones que han circulado en el espacio público y ha afirmado nuevamente que la actividad de la Dirección se desarrolla cumpliendo estrictamente la ley.
Tras una visita a Japón, el ministro de Justicia, Tudorel Toader, ha anunciado que presentará la próxima semana, en el Pleno del Parlamento, la evaluación de la actividad de las fiscalías generales, anticorrupción y antimafia. El mandatario ha explicado que ha recurrido a esta solución tanto porque la ley lo obliga a presentar el informe ante los parlamentarios, como también porque su jefa del Gobierno le ha pedido esto, justamente en el contexto del escándalo de Prahova. La primera ministra Viorica Dăncilă:
“Aunque se trate de un ministro, de un primer ministro o de un simple ciudadano, es necesario aclarar estas cosas. No se puede aplazar la verificación de estas cosas, el hecho de presentar un punto de vista jurídico en estos aspectos. Porque todo esto conlleva la falta de confianza en la justicia y no creo que esté bien que pase esto.”
El presidente Klaus Iohannis ha reafirmado en cambio la plena confianza en la DNA. El jefe del Estado ha resumido su visión del escándalo de Prahova:
“Algunos acusados están intentando desesperadamente atacar y desacreditar a la DNA y a su dirección. En mi opinión, es un intento lastimoso y poco convincente, y conocen ya mi opinión sobre el trabajo de la DNA. Pero me agrada repetirla. La Dirección Nacional Anticorrupción y la dirección de la DNA hacen un trabajo muy bueno.”
El presidente Iohannis ha añadido que personalmente no ve razones para revocar del cargo a la fiscal jefa Kövesi, aunque sus adversarios de la política y de la prensa soliciten su partida de manera cada vez más vehemente.