Elecciones en Europa
Letonia, Bulgaria, Hungría, Rumanía y la República de Moldavia – desde el Mar Báltico al Mar Negro, todos estos antiguos países comunistas del este de Europa tienen algo en común: un otoño electoral.
Bogdan Matei, 06.10.2014, 17:14
El próximo año, gran parte del mapa político del centro y el este de Europa tendrá un aspecto muy distinto. En Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea, el Partido derechista de los Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bugaria (GERB ) ha vuelto a ser tras los comicios celebrados el pasado domingo, el principal partido político de este país. Con casi un tercio de los votos, el partido encabezado por Boiko Borisov, que el año pasado dimitió como primer ministro, ha puesto fin al breve periodo de izquierda en el Gobierno de Sofía. Bajo acusaciones de incompetencia y sospechas de corrupción, el mandato del antecesor de Borisov, Plamen Oresharski, termina demasiado pronto tras haber obtenido los partidos de la coalición en el poder, los socialistas y el partido de la minoría turca, menos votos que los conservadores. Lejos de estar contento con la victoria, Borisov admite que la división del nuevo legislativo hará que la formación del Gobierno sea un proceso difícil.
En Letonia, el pasado sábado también ganó la derecha. La alternativa a los 4 partidos pro-occidentales que tendrán casi dos tercios de los escaños, era el partido de la oposición de los rusófonos y los nostálgicos rusófilos llamado Armonia. Según apuntan los analistas, en el contexto de la preocupación generada por las agresiones y la expansión territorial manifestadas por Rusia, el electorado de esta pequeña antigua república soviética en el Mar Báltico ha optado en su mayoría por los valores occidentales.
El próximo domingo 12 de octubre, los húngaros también irán a las urnas. Según se espera, las elecciones locales serán solo una reconfirmación de la supremacia política absoluta de la formación conservadora FIDESZ, que la pasada primavera ganó de manera categórica tanto las elecciones internas como las elecciones para el Parlamento Europeo. Ni los excesos de autoridad del primer ministro Viktor Orban, ni tampoco su política ambigua ante Rusia parecen haber determinado cambios importantes en las opciones de los ciudadanos. Además, la cada vez más débil oposición liberal socialista ha cedido el segundo lugar a los ultranacionalistas de Jobbik.
En cambio, en Rumanía el momento decisivo será en los comicios presidenciales del próximo noviembre. El 2 de noviembre, en la primera vuelta, competirán los 14 aspirantes al cargo de jefe del Estado ahora ocupado por Traian Băsescu. El día 16 la final se disputará probablemente y según indican los sondeos sobre intención de voto, entre el gran favorito, el primer ministro social-demócrata Victor Ponta, y el candidato de la oposición de centro-derecha y alcalde de Sibiu (centro), Klaus Iohannis.
Como miembros de la OTAN y la UE, Rumanía, Bulgaria, Hungría y Letonia se mantendrán en el mundo libre independientemente del color político que tenga el poder. En la República de Moldavia (ex-soviética, con mayoría de rumano hablantes), en las elecciones parlamentarias del próximo 30 de noviembre se jugará una importantísima ,,carta geopolítica´´. El riesgo de que salga el partido comunista pro-rruso, dado como ganador en los sondeos, y no la coalición tripartita pro-occidental significa perder los 5 años de reformas y esfuerzos que el pasado verano fueron recompensados con la firma de los acuerdos de asociación y libre comercio entre Chişinău y la UE