El sistema médico en la lucha contra el nuevo coronavirus
La sobrecarga y la falta de remuneración, conforme a lo establecido por la legislación, del personal médico involucrado en el tratamiento de pacientes con COVID-19 no satisface a los sindicatos del sistema de sanidad rumano.
Roxana Vasile, 29.07.2020, 14:40
El sistema médico rumano es, por decirlo suavemente, de bajo rendimiento. La falta de fondos crónica de las últimas décadas se siente especialmente ahora, cuando Rumanía no ha podido evitar la crisis de salud generada por el nuevo coronavirus. Los hospitales son pocos en comparación con las necesidades de las personas, tanto las infectadas con COVID-19 como también las que padecen otras enfermedades, especialmente crónicas; las dotaciones son, en muchos casos, precarias; el personal médico es, en algunos lugares, insuficiente, muchos médicos y enfermeras toman, desde hace muchos años, el camino del extranjero en busca de condiciones de trabajo decentes.
Si las grandes ciudades del país, sobre todo los centros universitarios, son mejores en términos de calidad del acto médico, en las ciudades medianas y pequeñas, la situación es difícil e incluso desastrosa. ¡No tienes a nadie ni nada con quien hacer un desempeño profesional! En este contexto, los sindicatos del sector de sanidad no están satisfechos con el exceso de trabajo y la falta de remuneración, según prevé la legislación, para el personal médico involucrado en el tratamiento de pacientes con COVID-19.
Por estas razones, este martes, el primer ministro Ludovic Orban les ha ofrecido garantías de que todos los empleados en el sistema recibirán equipos de protección suficientes y conformes. También ha prometido analizar la posibilidad de reducir el horario de trabajo de los médicos de cuidados intensivos, que se quejan de que trabajan turnos demasiado largos. Al mismo tiempo, en opinión del primer ministro, la falta de personal en las unidades de ATI puede resolverse mediante la reubicación de los médicos y las enfermeras.
Ludovic Orban:
«Nosotros hemos intentado encontrar voluntarios. La respuesta que recibimos no está a la altura de las expectativas y, como tal, utilizaremos el instrumento legal de la reubicación. Para ciertas categorías de personal, como los anestesiólogos en unidades de cuidados intensivos, el aumento del 50% que reciben por su desplazamiento debe ser adicional al aumento recibido por aquellos en unidades de cuidados intensivos y, si es necesario, incluso podemos hacer esta aclaración en una ordenanza de urgencia».
Los salarios de los médicos de las Direcciones de Sanidad Pública, que están en la primera línea de triaje epidemiológico de personas infectadas con COVID-19, también aumentarán. Se complementará el número de puestos en las DSP y los servicios públicos de ambulancia.
El personal técnico tampoco está olvidado, según ha dicho el líder sindical Iulian Pope:
«Estamos hablando del personal administrativo, enfermeras, auxiliares, camilleros, cuidadores, aquellos que todavía están en la aplicación por etapas de la ley salarial. Queremos que este personal sea pagado al nivel del año 2022 a partir de este año».
Hasta que se resuelvan todos los problemas y el sistema médico rumano alcance los estándares de calidad europeos, los rumanos deberán, según dice un refrán, mejor prevenir que tratar.
(Versión española: Simona Sarbescu)