El sistema médico durante la pandemia
Rumanía comienza la carrera contrarreloj por la vida.
Roxana Vasile, 26.03.2020, 15:00
En el invierno de 2019, el Gobierno liberal en Bucarest, dirigido por Ludovic Orban, asumió la responsabilidad de la ley de presupuesto público para el año en curso. Ante la insatisfacción expresada por muchos, el sistema de sanidad ha recibido en 2020, casi un 23% menos que en 2019, es decir, unos 11.500 millones de lei (el equivalente de unos 2.400 millones de euros). ¡Uno de los presupuestos más reducidos de la Unión Europea asignados a este sector!
Además, en febrero, el mismo Gobierno liberal adoptó una ordenanza de urgencia impugnada vehementemente por una parte de la sociedad civil, que permitía a los pacientes acceder a los servicios médicos prestados por proveedores privados bajo el mismo régimen que los proporcionados por las unidades públicas. En otras palabras, se aplicaba el mismo sistema de pago de servicios médicos para unidades públicas y privadas.
¿Qué vino a continuación? El brote de coronavirus también ha llegado a Rumanía, los casos de enfermedad se multiplican cada día que pasa y los hospitales privados han dado un paso atrás, dejando a los públicos sin fondos suficientes. Es por eso que, forzado por las circunstancias, el Ejecutivo de Ludovic Orban ahora ha decidido hacer una rectificación presupuestaria extraordinaria, permitida por el estado de urgencia, para asignar más dinero al sistema médico. Según el presidente de la Sociedad Rumana de Microbiología, Alexandru Rafila, en dos o tres semanas, tal vez incluso antes, a medida que aumenta la capacidad de diagnóstico, Rumanía alcanzará al menos 1.000 casos al día de infecciones con el nuevo coronavirus.
En su opinión, la pandemia podría durar unos dos años, es decir, hasta que se haga una vacuna, pero antes del verano surgirá un medicamento para tratar el nuevo tipo de coronavirus. En estas condiciones, las medidas de distanciamiento social deben respetarse hasta el momento en que el número de casos registrados diariamente se pueda reducir. Cabe precisar que también se necesita atención médica de calidad.
Sin embargo, el personal médico en Rumanía está, por lo menos en este momento, lejos de poder ofrecerla. Los médicos dicen que ponen en peligro sus vidas todos los días. Por ahora, en los hospitales rumanos no hay suficientes equipos de protección, y los existentes no son eficientes. El caso del hospital del distrito de Suceava (noreste) es emblemático. La mitad de los rumanos que han fallecido, hasta el jueves por la mañana, a causa del coronavirus, estaban ingresados en este hospital. Al mismo tiempo, de los casi 100 empleados médicos infectados en todo el país, más de 80 son de Suceava: médicos, enfermeras y personal auxiliar.
La unidad médica ha sido cerrada por desinfección, su gerente ha sido despedido y se ha iniciado una investigación penal. La lista de unidades médicas contaminadas también incluye los hospitales Gerota y Obregia de Bucarest, el hospital distrital de Galaţi (este) o el hospital de urgencia de la ciudad de Deva (centro-oeste). Aun así, las autoridades rumanas están tratando de suministrar los materiales necesarios para combatir la epidemia de coronavirus.
Así, el Estado rumano ha comprado 100.000 trajes de protección a través de la Oficina Nacional de Adquisiciones Centralizadas, que han sido traídos de Corea del Sur con un avión de la OTAN C-17 Globe Master III. También de Corea del Sur, Rumanía recibirá un total de 2 millones de pruebas de coronavirus. Por último, pero no menos importante, dado que el cloro es la solución más segura para la desinfección, la planta Chimcomplex en Râmnicu Vâlcea (sur de Rumanía) ha modificado sus líneas de producción para fabricar, con prioridad, hipoclorito de sodio.
(Versión española: Simona Sarbescu)