El salario mínimo subirá en Rumanía
El Gobierno rumano ha anunciado que ha alcanzado un acuerdo con los representantes de la sociedad civil, acerca de la subida del salario mínimo bruto interprofesional, a partir del 1 de enero de 2023.
Corina Cristea, 25.11.2022, 12:31
Al afrontar una de las inflaciones más elevadas de la Unión Europea, a los rumanos les cuesta cada vez más correr con los gastos diarios. Los que tienen ingresos bajos son los más afectados por la subida constante de los precios, registrada a lo largo de este año, sobre el trasfondo de la guerra que la Federación Rusa ha desencadenado en Ucrania, país vecino de Rumanía. Una guerra que, en resumidas cuentas, supone una vida llena de angustia para los ucranianos y cada vez más sanciones contra Rusia, crisis energética en Ucrania y menos cereales que salen de Ucrania camino de otros países, un aislamiento cada vez mayor de Moscú e inflación elevada en Europa. Este indicador económico ronda, actualmente, el 15,5 % en Rumanía, y el pronóstico del Banco Nacional, para finales de este año, es del 16,3 %. Una situación que requiere medidas. En primer lugar, las autoridades han pensado en los jubilados y han decidido recientemente subir las pensiones un 12,5 %, a partir del 1 de enero de 2023, y ofrecer, además, otras ayudas para apoyar a los más necesitados de ellos, de modo que puedan superar este período marcado por la incertidumbre.
Ahora, les ha tocado el turno a los empleados con ingresos bajos, respecto a los cuales el Ejecutivo y los representantes de la sociedad civil alcanzaron un acuerdo el pasado jueves. El salario mínimo bruto aumentará de 2.550 lei (unos 510 euros) hasta 3.000 lei (unos 600 euros), a partir del 1 de enero de 2023. En total, casi 2,2 millones de empleados que cobran el salario mínimo recibirán algo más de dinero. Igualmente, en el sector de la construcción, el salario no será inferior a 4.000 lei (unos 800 euros).
Las decisiones se pactaron durante las negociaciones celebradas entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales. El representante de las pequeñas y medianas empresas, Vasile Priceputu, ha explicado que, de esos 3.000 lei, 200 lei estarán exentos de impuestos y, a principios de la semana que viene, los miembros del Consejo Nacional Tripartito de Diálogo Social aportarán, igualmente, propuestas relativas a potenciales descuentos salariales, que se apliquen a las cantidades que rebasen el umbral de 3.000 lei.
Vasile Priceputu: “La gente debe saber que el salario mínimo será de 3.000 lei, a partir del 1 de enero de 2023, de los cuales 200 lei, de 450 lei, estarán exentos de impuestos. Tal como lo he dicho durante la reunión, todos deseamos que nuestros empleados ganen más dinero. Debemos ser razonables, en el campo de la construcción ya no hay salarios por debajo de 4.000 lei netos. Incluso el peor trabajador no cualificado cobra más de 4.000 lei netos. En este caso también, la propuesta es razonable y el Consejo la ha apoyado.”
Se estima que la subida tendrá efectos positivos en lo relativo al crecimiento económico, tanto porque fomentará el empleo, como porque aumentará el poder adquisitivo de los asalariados y reducirá la economía sumergida.
Por otro lado, los representantes del Ministerio de Trabajo consideran que la subida del salario mínimo bruto generará efectos positivos también porque determinadas categorías de asalariados, sobre todo mujeres o jóvenes, se decantarán por aquellos campos donde hay una gran demanda de mano de obra.
Traducción al español: Gabriela Ristea