El proyecto presupuestario, en el Parlamento
La agenda del Parlamento de Bucarest está dominada esta semana por la adopción del presupuesto público para 2019.
Bogdan Matei, 11.02.2019, 13:09
Si no hay ningún imprevisto, Rumanía tendrá finalmente, el 15 de febrero, presupuesto público para este año. Aprobado por el Gobierno del PSD y la ALDE, el proyecto ha llegado al Parlamento para ser enmendado, examinado en las comisiones de especialidad y debatido en el pleno. Las direcciones del Senado y la Cámara de los Diputados han decidido que la votación final tenga lugar el viernes. El presupuesto se ha elaborado sobre la base de un crecimiento económico de un 5,5%, un déficit de un 2,5% y un PIB de más de un billón de lei (el equivalente a más de 200.000 millones de euros). El borrador prevé también seguir asignando un 2% del PIB a Defensa, según los compromisos asumidos por Rumanía ante sus aliados de la OTAN. El presidente de la ALDE y del Senado, Călin Popescu-Tăriceanu, ha admitido que el proyecto se ha perfeccionado:
“Desgraciadamente, en los últimos años y probablemente debido a las leyes engorrosas sobre las adquisiciones públicas, cada fin de año vemos que el dinero que se asigna a varios tipos de gastos, especialmente a las inversiones, no se gastan. Probablemente hay también una deficiencia en la ley, pero también una deficiencia en la manera en que se organizan las instituciones de la administración central y, por esta razón, nos quedamos sin dinero. De forma que, si no gastamos todo el dinero, ¿por qué asignar más dinero?”.
El líder del poder, el presidente de la Cámara y jefe del PSD, Liviu Dragnea, ha afirmado que el borrador del presupuesto es muy bueno, pero parte del dinero suplementario asignado a los servicios de inteligencia se debe redireccionar a los sectores importantes, como la Sanidad.
Asociada a la mayoría mediante un protocolo de colaboración parlamentaria, la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía (la UDMR, por sus siglas en rumano) desea que aumenten los presupuestos asignados a las comunidades locales. Tanto liberales como socialdemócratas, los alcaldes de las grandes ciudades opinan lo mismo. Según estos, aunque se han asignado más fondos a la administración local, los ayuntamientos deberán asumir del presupuesto central una parte importante del gasto social. La enemiga más importante de Dragnea en el partido, la alcaldesa de Bucarest, Gabriela Firea, ha afirmado que la ciudad perderá 180 millones de euros, es decir casi un tercio del presupuesto.
El PNL, en la oposición, ha denunciado que el proyecto del presupuesto se ha puesto muy tarde a disposición de los parlamentarios. La diputada liberal Raluca Turcan:
“Desgraciadamente, tenemos cada vez más información de que los del PSD y la ALDE han enviado deliberadamente el presupuesto en unas condiciones de inconstitucionalidad, justamente para retrasar la votación, el debate sobre el presupuesto y la puesta en marcha del presupuesto, para ganar tiempo respecto a los gastos que deben asumir.”
El PMP ha anunciado que está considerando impugnar el documento ante el Tribunal Constitucional. Y la USR ha criticado duramente el proyecto presupuestario sobre el cual ha afirmado que no pertenece a Rumanía, sino que es fruto de la creatividad de un restringido grupo de políticos, con cifras basadas en unas ideas muy optimistas.