El primer ministro rumano se declara inocente y no renuncia al cargo
El presidente Klaus Johannis ha solicitado la renuncia del jefe de gobierno, en el contexto del escándalo de corrupción en el que éste último está implicado. A su vez, el primer ministro Victor Ponta declara que es inocente e incluso avanza la idea de que
Corina Cristea, 08.06.2015, 16:18
Sospechoso de actos de
corrupción, el primer ministro socialdemócrata, Victor Ponta, está en el centro
de un escándalo que vuelve a situar a Rumanía en la primera plana de la prensa internacional. Acusado de falsedad
documental, complicidad en evasión fiscal de manera continuada y blanqueo de
dinero, hechos que se hubiesen producido hace varios años cuando desempeñaba el
oficio de abogado, Victor Ponta está siendo procesado por la Dirección Nacional Anticorrupción.
Es más,
los fiscales anticorrupción han solicitado a la Cámara de los Diputados que
autoricen el inicio de un proceso penal para el jefe del gobierno, el diputado
Victor Ponta, por un posible conflicto de intereses. Los delitos tienen
que ver con el caso del senador socialdemócrata Dan Sova, exministro de
Transportes, nombrado en dicho cargo por el actual primer ministro, en las
condiciones en que entre los bufetes de abogados de ambos se concluyeron los contratos a los cuales se relaciona la investigación
penal iniciada contra Ponta. En el contexto de la situación creada, el
presidente Klaus Johannis ha solicitado la renuncia del primer ministro.En mi
opinión, es una situación imposible para Rumanía, que el jefe del gobierno sea
acusado de delitos penales. Para Rumanía lo peor que podría ocurrir ahora es
una crisis política.
La respuesta del jefe
del gobierno ha llegado a través de Facebook: no dimitirá, porque fue nombrado
por el Parlamento de Rumanía y solamente éste está en condiciones de destituirle del cargo. Aún más, en un
informe transmitido a los socios externos y a la prensa extranjera, el jefe del
gobierno ha declarado que el expediente incoado por los fiscales de la
Dirección Nacional Anticorrupción es de índole política y persigue acabar con
el actual gobierno. Victor Ponta ha
solicitado y obtenido también el respaldo de los socios en el gobierno.
La decisión del primer ministro de no presentar
su renuncia, hace que se desplome la credibilidad del país, engendra la más
grave crisis política de la historia postcomunista de Rumanía y socava la
credibilidad del gobierno de Bucarest delante de las estructuras de la UE, ha
replicado a su vez, el principal partido de la oposición, el PNL. La
copresidenta de los liberales, Alina Gorghiu ha transmitido a todos los
parlamentarios de la coalición en el poder, que podrán poner fin a la actual
crisis política si votan la moción de censura presentada por el PNL contra el
gobierno, al final de la semana pasada. En dicha moción, el ejecutivo es
acusado de abuso de autoridad, al bloquear el año pasado el derecho
constitucional de voto a los rumanos del país y en el extranjero. En el documento
mencionado se subraya que Victor Ponta quiso llegar a ser presidente mediante
el sabotaje deliberado de los ciudadanos rumanos en el exterior y que hoy por
hoy, se niega a organizar elecciones parciales, locales y parlamentarias, que completarían
los escaños del legislativo y las administraciones locales que han quedado
vacías por varias razones.
El PSD, que hace frente
común con los socios de la coalición en el poder, considera que su líder dirige
un gobierno legítimo y que no hay ningún motivo legal y constitucional que
justifique la renuncia.