El precio de la energía: controles y descontento
El Parlamento de Rumanía tiene previsto enmendar el decreto de urgencia del Gobierno, relativo a la limitación de los precios y a la compensación de las facturas de energía.
Roxana Vasile, 22.09.2022, 18:09
Después de que se les aconsejara ahorrar energía eléctrica para pagar facturas más baratas, muchos rumanos se han enterado, últimamente, de que han hecho cálculos inútiles, porque el precio límite que el Gobierno fijó por decreto de urgencia no se determina en función del consumo del mes corriente, sino en función del precio medio mensual del año pasado. En el papel, las reglas quedan bien claras: el que consuma un máximo de 100 kilovatios al mes pagará 68 bani por kilovatio hora, el que consuma entre 101 y 255 kilovatios pagará 80 bani por kilovatio hora, y el que supere los 255 kilovatios al mes tendrá que abonar el precio integral, elevadísimo, del contrato que haya firmado con el proveedor. Lo único es que, para saber si se benefician del precio límite o no, y también para conocer cuál es la tarifa que se les aplica, los rumanos deben buscar en la factura datos sobre el consumo medio… del año pasado. Pero, como nadie ha comparecido públicamente para explicar en detalle cómo hacer los cálculos, algunos recibieron facturas enormes, sin entender por qué. Según los datos de la Autoridad Nacional de Regulación Energética (ANRE), no hay muchas personas en esta situación. En Rumanía, el tramo de consumo 0–100 kilovatios engloba, en la actualidad, a más de 4,9 millones de hogares; en el segundo tramo hay poco más de 3,5 millones, por lo que quedan entre 100.000 y 200.000 hogares que no se benefician de ningún límite de consumo.
Ya en el Parlamento, el plan de compensación previsto en el decreto de urgencia del Gobierno podría ser objeto de varias modificaciones. Tanto los representantes del poder, como los de la oposición tienen previstas numerosas enmiendas. En concreto, el Partido Socialdemócrata (PSD), que forma parte de la coalición gobernante, y la Unión Salvar Rumanía (USR), que está en la oposición, abogan por cambiar la manera en que se determina el consumo de energía eléctrica para cobrar su coste, de modo que se deje de tomar en cuenta la media mensual del año pasado y cuente únicamente en consumo actual.
La Autoridad Nacional de Regulación Energética afirma, no obstante, que esta solución es difícil de implementar desde el punto de vista técnico y es preferible encuadrar a los consumidores en función de un determinado historial de consumo. Por ello, el Partido Nacional Liberal (PNL), colega del PSD en el Gobierno, propone como punto de referencia una medida de consumo del período similar de los tres últimos años. Mientras tanto, el ministro de Energía, Virgil Popescu, ha pedido esta semana a la ANRE, en el contexto de las discusiones surgidas en torno a una serie de facturas carísimas de energía eléctrica, “que haga su trabajo”, supervise el mercado energético, y que “la Autoridad Nacional de Protección del Consumidor vaya a controlar” a los proveedores que están vulnerando la normativa. Por consiguiente, la Autoridad Nacional de Regulación Energética ha anunciado que ha empezado a realizar controles inopinados en seis entidades de distribución de energía eléctrica. A su vez, la Autoridad Nacional del Protección del Consumidor ha comenzado a controlar a los proveedores de energía eléctrica en todo el país, para verificar cómo calculan las facturas.
Traducción al español: Gabriela Ristea