El PNRR, una oportunidad extraordinaria
Las cantidades del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), que la UE ha prometido a cambio de las reformas, representan una bocanada de oxígeno para la economía de Rumanía.
Ştefan Stoica, 07.04.2023, 13:51
El Gobierno de Rumanía reconoce la existencia de un déficit presupuestario de 20 mil millones de leus, el equivalente a 4 mil millones de euros, y está buscando soluciones para cubrirlo. El objetivo es mantener el déficit en el 4,4 % del Producto Interior Bruto (PIB).
El primer ministro Nicolae Ciucă ha asegurado que no habrá recortes salariales o de otros tipos de ingresos. Entre las soluciones que se están considerando están la de incluir los complementos en el salario y reducir ciertos subsidios, tomando, a la vez, medidas destinadas a rebajar la evasión fiscal. Cuando se adoptó el presupuesto del Estado, hubo expertos que advirtieron que algunos ingresos se habían sobreestimado, mientras que algunos gastos se habían subestimado, y este solapamiento, una vez confirmado, no podía conllevar más que el aumento del déficit.
Eugen Rădulescu, el director de la Dirección de Estabilidad Financiera del Banco Nacional de Rumanía (BNR), considera que la principal causa del déficit exterior es el déficit público. Durante una conferencia en la que participó, el especialista del BNR habló de los altos riesgos que comportaban los déficits gemelos. El déficit por cuenta corriente ha superado el 9 % del PIB y es el más alto, incluso por comparación con los países de la zona, y el déficit presupuestario, pese a haber bajado en cierta medida, sigue siendo alto.
El déficit presupuestario demasiado elevado había llevado a Rumanía, antes de la pandemia, a un paso del procedimiento de infracción («infringement»), recuerda el experto del BNR. Por ello, el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia representa una verdadera bocanada de oxígeno, opina Eugen Rădulescu:
«Estamos hablando de unas cantidades increíblemente altas, que podrían captarse para entrar en el circuito económico nacional, pero estamos hablando, a la vez, de medidas previstas en este programa que perseguirían restablecer los equilibrios macroeconómicos, equilibrios que no están nada bien. Hace falta muchísima voluntad política, ya que las medidas que hay que adoptar ni son populares, ni es fácil adoptarlas».
Rumanía se beneficia, por otro lado, de dos evoluciones mejores de lo que se anticipaba inicialmente: el crecimiento económico y la relativa estabilidad del tipo de cambio, que resultan del curso natural del mercado y no tras intervenciones del Banco Central, añadió el director de la Dirección de Estabilidad Financiera del BNR.
En cuanto a la inflación, aunque la tasa anual acelere su reducción en los próximos meses y se sitúe, muy probablemente, por debajo del 10 % en el tercer trimestre del año, no debemos esperar muy pronto reducciones del tipo de interés clave, afirma Cristian Popa, miembro en el Consejo de Administración del BNR. A su juicio, hay muchos factores que repercuten en la inflación. Entre los mismos están la guerra, el proteccionismo y la economía verde, que es más cara. La erosión del liberalismo también es inflacionaria, observa el alto cargo del Banco Central, porque, cuando las autoridades se implican demasiado en las compañías, en la economía privada, generan costes de regulación, reglas y burocracia, y ello puede conllevar la subida de los precios.
Traducción al español: Gabriela Ristea