El Parlamento de Rumanía rinde homenaje al rey Miguel I
En Bucarest han continuado las ceremonias solemnes dedicadas a la memoria del último rey de Rumanía, Miguel I, que falleció la semana pasada a los 96 años.
Bogdan Matei, 12.12.2017, 14:56
No son muchas las figuras históricas que, fieles a los valores democráticos, llegaron a ser consideradas indeseables, tanto por los nazis alemanes como también por los bolcheviques soviéticos. El rey Miguel I de Rumanía ha sido una de estas personalidades. Nacido el 25 de octubre de 1921, Miguel fue proclamado rey en 1940, tras la abdicación de su padre, el impopular Carlos II.
Su condición de rey títere del régimen encabezado por el mariscal proalemán Ion Antonescu terminó cuando el 23 de agosto de 1944, dispuso la detención del mariscal, el dirigente de facto del Estado, y la retirada de Rumanía de la alianza con la Alemania de Hitler y se unió a sus aliados tradicionales, los Estados Unidos y Reino Unido. Según los historiadores, esta decisión acortó la guerra en 6 meses y salvó cientos de miles de vidas. Tres años más tarde, cuando el país estaba prácticamente bajo ocupación militar soviética, dirigido por un Gobierno comunista, el rey se vio obligado a abdicar y salir hacia su exilio occidental, primero en Reino Unido y luego en Suiza.
Miguel pierde también la ciudadanía rumana y durante el período comunista no pudo regresar al país. El rey Miguel garantizó las acciones del Comité Nacional Rumano, presentado como un Gobierno en el exilio, aunque las democracias occidentales nunca le hayan reconocido este estatuto. El rey Miguel pudo volver a su patria después de la Revolución anticomunista de 1989 y como embajador especial, promovió la adhesión de Rumanía a la OTAN y a la Unión Europea.
Era obligatorio, destacan los analistas, que esta biografía ejemplar también fuera homenajeada por el Parlamento de Rumanía en el marco de una sesión solemne a la que han acudido las figuras públicas más importantes del momento. El rey Miguel simbolizaba la esperanza de una Rumanía soberana y libre, y perdurará en el corazón del pueblo rumano como un gran hombre de Estado, ha dicho el presidente Klaus Iohannis. Por su parte, el primer ministro Mihai Tudose ha destacado que el rey ha marcado la historia y que su gran personalidad seguirá guiando a muchas generaciones de rumanos.
Igual que toda la nación, hemos perdido a un padre, ha dicho la hija primogénita del rey y heredera de la Corona, la princesa Margarita. La Casa Real, ha dicho la princesa, seguirá haciendo todo lo posible junto con las instituciones fundamentales del Estado para el bienestar del país. El patriarca Daniel de la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en Rumanía y a la que también pertenece la familia real, ha homenajeado al rey como un constante y fiel creyente, que nunca ha ocultado ante el público su devoción religiosa. El rey, ha dicho el patriarca, también mostraba respeto por otras religiones, al ser un hombre de la paz interétnica e interreligiosa.
El presidente de la Federación de las Comunidades Judías de Rumanía, Aurel Vainer, también ha querido rendir homenaje al antiguo soberano, al que ha llamado una gran persona. El Templo Coral de Bucarest ha acogido este lunes, al mismo tiempo que la sesión del Parlamento, un acto conmemorativo dedicado a los esfuerzos emprendidos durante el Holocausto nazi, por el rey Miguel y su madre, la reina Elena, para ayudar a los judíos en Rumanía, salvándoles la vida.
(Traducido por S.Sarbescu)