El impuesto sobre los carburantes – una disputa política
El Gobierno rumano da un paso atrás en el debate con el presidente y los conductores de camiones respecto al controvertido impuesto sobre los carburantes.
Ştefan Stoica, 10.12.2013, 14:11
El posible impuesto de 7 céntimos de euro por litro de carburante que el Gobierno de Bucarest desea introducir el próximo año inquieta a los conductores de camiones y suscita discusiones entre el presidente Traian Băsescu y el Ejecutivo. El lunes, este sector del transporte de mercancías iniciaba una huelga que ha afectado al tráfico en las carreteras. A su vez, el presidente Băsescu considera que el impuesto afectará al relanzamiento económico e intenta usar todos los medios constitucionales para impedir que se ponga en marcha el presupuesto recién adoptado por el Parlamento. A causa de la huelga y de la posibilidad de que no se promulgue el presupuesto, el gabinete de Victor Ponta analiza la posibilidad de aplazar tres meses los impuestos, pero sólo sobre el gasoil:
“En Rumanía, la gasolina es la más barata de toda la Unión Europea y, de todas formas, el impuesto de 7 céntimos de euro no afecta a la economía en su conjunto. Hemos decidido aplazar tres meses los impuestos sobre el gasoil, para que el efecto sobre los bienes de consumo no sea inmediato. Nadie transporta mercancía con vehículos que funcionan con gasolina.”
El primer ministro ha precisado que no se tomará la decisión de aplazar el impuesto sobre el gasoil sin el visto bueno de los acreedores internacionales, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea. El presidente Băsescu opina que el anuncio del Ejecutivo puede representar el inicio del diálogo. Sin embargo, el presidente considera que existen posibilidades de mantener el presupuesto acordado con el FMI, que supone un déficit estimado de un 2,2% del PIB:
“Por supuesto, esta decisión no me satisface, pero muestra que es posible iniciar el diálogo. Yo puedo enseñar al Gobierno soluciones para construir el presupuesto sin estos impuestos sobre la gasolina y el gasoil.”
La solución es reducir los gastos inútiles, según afirma Traian Băsescu. Aunque el tono del discurso haya sido un poco más conciliador, el presidente ha vuelto a expresar su opinión de que los impuestos sobre los carburantes se podrían usar con fines electorales.
(trad. Monica Tarau)