El espacio Schengen nuevamente en el candelero
La adhesión de Rumanía al espacio Schengen se ha convertido en un tema común de las reuniones en las que los mandatarios rumanos participan en las capitales europeas. Lo mismo ha pasado durante la visita del primer ministro rumano Victor Ponta a Helsinki,
Florentin Căpitănescu, 24.09.2013, 18:21
Rumanía ha recibido nuevamente la confirmación de que cumple con todas las condiciones técnica de adhesión al espacio de Schengen. Esta vez, la confirmación ha venido de parte de Finlandia, a través del primer ministro Jyrki Katainen, tras la reunión desarrollada en Helsinki con su homólogo rumano Victor Ponta. Sin embargo, el mandatario finlandés ha precisado que, antes de presentar su posición oficial, las autoridades de Helsinki desean analizar, al igual que otras cancillerías europeas, las conclusiones del informe de la Comisión Europea sobre la evolución de la justicia de Rumanía.
A su vez, el primer ministro Ponta ha subrayado que el Gobierno de Bucarest espera una respuesta positiva respecto al ingreso en el espacio de libre circulación, que podría ocurrir en la reunión de los ministros comunitarios del Interior y Justicia, que tendrá lugar en diciembre. Ponta ha mencionado que la adhesión de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen se hará probablemente en dos etapas, comenzando con las fronteras aéreas. Asimismo, el jefe del Ejecutivo de Bucarest ha vuelto a mencionar que las posiciones expresadas sobre la adhesión de Rumanía tienen también una fuerte base política, según las evoluciones internas de varios países miembros. Esta idea ha destacado también en la reacción que la diplomacia rumana ha tenido recientemente ante las reservas del ministro francés del Interior, Manuel Valls, respecto a la adhesión de nuestro país el 1 de enero de 2014.
La manera en la que los mandatarios rumanos defienden el ingreso de Rumanía en el espacio Schengen –considerado una prioridad absoluta- no representa una casualidad. Las rechazas de los últimos dos años y medio han provocado numerosas desilusiones en Bucarest, mientras que, desde el punto de vista técnico, a nuestro país no se le puede reprochar nada. La relación directa que los antiguos miembros de la UE han creado –de forma artificial, según sostienen los mandatarios rumanos- entre la adhesión al espacio Schengen y el Mecanismo de Cooperación y Verificación, representa una desventaja para Rumanía, cuyas reformas en el sector justicia no son nada convincentes.
Por otro lado, algunos analistas autóctonos consideran que los últimos gobiernos rumanos han deseado obtener la adhesión — un trofeo que se podría usar en los juegos políticos internos. Asimismo, ellos opinan que, gracias a la adhesión, la población podría aceptar más fácilmente las reformas fracasadas de los últimos años, sobre todo económicas, aun durante poco tiempo.
(trad. Monica Tarau)