El escenario político tras las elecciones
Los líderes europeos analizan los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo y tratan de encontrar soluciones rápidas para contrarrestar la ascensión de los partidos euroescépticos y de extrema derecha. Además, deben responder al voto del electora
Ştefan Stoica, 27.05.2014, 17:09
La ascensión de los partidos euroescépticos, antieuropeos, de extrema derecha y de extrema izquierda al Parlamento Europeo, tras las recientes elecciones ha provocado una ola de choque y y ha despertado inquietud en las cancillerías occientales. El triunfo del Frente Nacional, de extrema derecha en Francia, y de la formación antieuropea OKIP en el Reino Unido muestra un rechazo a la UE tal como está organizada actualmente, y a las élites nacionales en el poder según señalaban las agencias de noticias.
Los críticos de la UE han conseguido duplicar sus escaños en el Legislativo comunitario tras un voto contra la austeridad y el paro. El resultado del escrutinio europeo ha mostrado la necesidad de reformas dentro de la UE, de modo que la Unión sea capaz de hacer más para solucionar los problemas que preocupan a la gente, es decir, el empleo, el crecimiento económico y un futuro mejor. Es más, los líderes europeos deben actuar con el fin de contrarrestar la ascensión de la eurofobia y de las formaciones extremistas.
El analista político Bogdan Chireac sostiene que, pese al avance obtenido por los escépticos en las elecciones europarlamentarias, la construcción europea sigue adelante. Chireac ha declarado para Radio Rumanía que los resultados del escrutinio son también una consecuencia de la crisis económica profunda que ha afectado a la UE. Bogdan Chireac:
“Aunque los ciudadanos europeos estén descontentos, por lo general, con sus gobiernos, con sus parlamentos y su sistema, al fin y al cabo, se dan cuenta de que no desean volver a sus monedas nacionales, a la limitación de la libertad de las personas, del capital, de los servicios — elementos fundamentales construídos por la UE. Al mismo tiempo, están un poco enfadados con nosotros, los pobrecitos del este de Europa, sin razón alguna porque nosotros no creamos sus problemas, y me refiero a los grandes problemas, nosotros solo hemos pagado por ellos.”
Rumanía contradice esta tendencia inquietante que se deja sentir a nivel europeo. Prueba de ello es que no enviará al Parlamento Europeo ningún partido de orientación populista o xenófoba. Por otra parte, la decisión del PNL, principal partido de oposición en Rumanía, de pasar del grupo ALDE — Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa — al Partido Popular Europeo para evitar que los socialistas asuman la presidencia de la Comisión Europea, ha despertado las críticas de sus antiguos socios políticos, que lo han percibido como una traición a los valores liberales