El escenario político de Bucarest
En Bucarest continúa la crisis política y tanto el presidente Klaus Iohannis, como la primera ministra Viorica Dăncilă, ambos candidatos en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, intercambian réplicas ácidas. El jefe del Estado criticó una vez más, en términos muy duros, al Partido Social Demócrata (en el Gobierno), al que acusa de no haber hecho nada para que no se den más casos como el de Caracal, dónde dos adolescentes fueron secuestradas, violadas y asesinadas por un hombre de 66 años de edad. La tragedia reveló profundas disfuncionalidades dentro de algunas instituciones públicas, afectadas por la incompetencia, la corrupción y la indiferencia, agregó el jefe del Estado. Además afirmó que el Gobierno dominado por los socialdemócratas ha fracasado y salvo algunas medidas puntuales nada más ha servido para cambiar de una institución a otra a los jefes ineficientes, sin castigarlos por sus errores.
Mihai Pelin, 05.09.2019, 15:28
En Bucarest continúa la crisis política y tanto el presidente Klaus Iohannis, como la primera ministra Viorica Dăncilă, ambos candidatos en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, intercambian réplicas ácidas. El jefe del Estado criticó una vez más, en términos muy duros, al Partido Social Demócrata (en el Gobierno), al que acusa de no haber hecho nada para que no se den más casos como el de Caracal, dónde dos adolescentes fueron secuestradas, violadas y asesinadas por un hombre de 66 años de edad. La tragedia reveló profundas disfuncionalidades dentro de algunas instituciones públicas, afectadas por la incompetencia, la corrupción y la indiferencia, agregó el jefe del Estado. Además afirmó que el Gobierno dominado por los socialdemócratas ha fracasado y salvo algunas medidas puntuales nada más ha servido para cambiar de una institución a otra a los jefes ineficientes, sin castigarlos por sus errores.
Klaus Iohannis:
“Así como ha demostrado varias veces, el Partido Social Demócrata es especialista en marear a la gente, abrigando la esperanza de que los rumanos olviden quién tiene la responsabilidad. Los de PSD han abandonado propuestas para resolver problemas sistémicos, cuando sus barones entendieron que esto en realidad significaba renunciar al control político en la Justicia y la Policía, porque, más allá del aumento o no de los castigos por varios delitos, también hablamos de cómo funcionan las instituciones públicas».
La primera ministra Viorica Dăncilă ha contestado a Klaus Iohannis que recurrirá al Tribunal Constitucional para señalar un conflicto jurídico con el jefe del Estado. La jefa del Gobierno acusa al presidente de bloquear la actividad gubernamental al negarse, de manera injustificable, a nombrar ministros para las carteras de Energía, Medio Ambiente y la Relación con el Parlamento. Por otro lado, la primera ministra criticó al jefe del Estado por haberse referido a la tragedia de Caracal y afirmó que es indecente aprovechar todo esto a fin de ocasionar movimientos en el ámbito político o para bloquear la actividad del Gobierno.
Viorica Dăncilă:
“No es el Estado, cuyo jefe pretende ser, lo que debe ser reestructurado, sino el mismo presidente de Rumanía el que debería reconsiderar su posición. Se refiere al poder, pero se le olvida que está en el poder desde hace 5 años. No hay que olvidar que después de la tragedia Klaus Iohannis retrasó sin justificación alguna la reunión del Consejo Supremo de Defensa del País y vaciló a la hora de cesar al jefe del Servicio de Telecomunicaciones Especiales, luego apareció tarde y en vano, como ahora, cuando ha hablado nada más que por hablar.”
En opinión de la primera ministra, no sólo el presidente persigue bloquear constantemente la actividad del Gobierno, sino también lo está haciendo toda la oposición, que unen sus fuerzas y agilizan los trámites para presentar una moción de censura contra el gabinete Dăncilă. Los liberales han anunciado que están negociando intensamente con los demás partidos parlamentarios para cerciorarse de que no van a desperdiciar la oportunidad de apartar del poder al Partido Social Demócrata, especialmente después de que el socio menor en el Gobierno, la Alianza de Liberales y Demócratas, abandonara la coalición en el Gobierno.