El caso del futbolista Gică Popescu
Muchos rumanos han reaccionado ante el caso del gran exfutbolista Gică Popescu, que ahora cumplirá tres años de prisión por fraude fiscal. La anulación de su condena se ha convertido en un tema de debate nacional.
Florentin Căpitănescu, 10.03.2014, 17:08
Uno de los mejores jugadores del fútbol rumano de los últimos 30 años, el exinternacional Gică Popescu, está en un momento delicado de su vida privada y por lo tanto se ha convertido en un tema de polémica nacional. Más de 20.000 personas han firmado una petición en línea para pedir al presidente del país el indulto para Popescu, que tendrá que ingresar en prisión durante tres años por su implicación junto con otros siete personajes del fútbol en un delito de fraude fiscal que ha causado pérdidas al Estado por valor de 1.500.000 dólares y a cuatro clubs por 10 millones. El principal motivo invocado en esta petición es la carrera excepcional de Popescu, que tuvo un total de 115 convocatorias para la selección y fue capitán del famoso FC Barcelona, entre otros. Además, según destacan, hace algunos años Popescu devolvió el dinero defraudado. Desde los altos mandatarios, como el primer ministro y el presidente de la Cámara de los Diputados, hasta periodistas, excompañeros de la así llamada generación de oro encabezada por Gheorghe Hagi o simples ciudadanos, no son pocos los que se han convertido en abogados que defienden a Popescu.
Al otro lado de la polémica están los que consideran que la justicia debe estar por encima de todo y debe ser igual para todos. Incluso hablan de lo que podría crear un grave precedente si el jefe del Estado decide aprobar el indulto. Sin embargo, lo que es cierto es que esta sentencia ha afectado mucho la imagen pública del gran exfutbolista, además sospechoso en el pasado de haber colaborado con la Securitate, la policía política del antiguo régimen comunista.
Por otro lado, el caso de Gică Popescu contrapone dos símbolos: el de un gran deportista, un verdadero embajador, según destacan sus seguidores, y el de la Justicia, que ahora empieza a manifestar su fuerza e independencia tras un largo periodo de fracasos. Para Popescu, “El caso de los traspasos”, según señalaba la prensa, significa poner fin a sus ambiciones de ocupar el cargo de jefe del fútbol rumano. Este fallo fue hecho público un día antes de las elecciones para la presidencia de la Federación Rumana de Fútbol (FRF), un cargo que Popescu soñaba con ocupar desde hace años. Desafortunadamente para él, en vez de llegar a ocupar la oficina más deseada de la FRF, Gică Popescu ha llegado a ocupar la celda de una cárcel.
(Trad. S.Sarbescu)