El caso Băneasa, al final
Varias personas conocidas en Rumanía llegan a la cárcel en un caso de corrupción que ha causado un perjuicio inmenso.
Bogdan Matei, 18.12.2020, 13:49
Aunque destacara hace tiempo en la actualidad rumana, la lucha contra la corrupción ha perdido velocidad en los últimos años. Percibida por muchos como punta de lanza de la misma, la exjefa de la Dirección Nacional Anticorrupción, Laura Codruţa Kovesi, fue despedida por el presidente Klaus Iohannis bajo la presión del antiguo Gobierno de izquierda, y dirige actualmente desde Bruselas la recién creada Fiscalía Europea contra el Fraude. Cúpula de las instituciones importantes del Estado y liderado también por el presidente, el Consejo Supremo de Defensa del País ha excluido la corrupción de la última estrategia nacional de seguridad de la categoría de las amenazas contra el Estado. Sin embargo, de vez en cuando, hay casos importantes que llegan al final, y los tribunales condenan a personas importantes de la política, los medios de comunicación o el entorno empresarial rumano.
Este jueves, se han dictado las sentencias en el caso de la devolución ilegal de la antigua granja real Băneasa y del bosque Snagov, ambos situados cerca de Bucarest, con un perjuicio que supera 140 millones de euros. Exjefe de gabinete muy influyente del ex primer ministro socialdemócrata Adrian Năstase, el empresario Remus Truică ha sido condenado definitivamente por el Alto Tribunal de Casación y Justicia a siete años de prisión. Nieto directo del exrey Carlos II a través de un matrimonio morganático, el personaje público conocido como príncipe Pablo de Rumanía ha sido condenado a tres años y cuatro meses de prisión, y el controvertido periodista Dan Andronic ha sido condenado a tres años de prisión con suspensión del cumplimiento de la condena y 60 días de trabajo comunitario. Apostol Muşat, exalcalde de Snagov, y Nicolae Jecu, exprefecto del distrito de Ilfov (sur), donde estaban la granja y el bosque, han sido condenados a cuatro años de prisión
Truică, la estrella de este grupo heterogéneo, ha sido acusado por la DNA de haber creado un grupo delictivo organizado, y también de tráfico de influencias, lavado de dinero y de haber sido cómplice de los delitos de abuso de autoridad y de ofrecer sobornos. El príncipe Pablo fue acusado de haber cometido los delitos de compra influencias y de lavado de dinero, ambos de forma continua. Según los magistrados, estos delitos fueron cometidos en el período 2006-2013, de varias maneras, para obtener bienes significativos, reclamados sin derecho por el príncipe Pablo. El tribunal ha decidido confiscar varios terrenos de Truică en Snagov y 5 millones de euros del príncipe. Además, los acusados deben pagar a la Administración Nacional de los Bosques, Romsilva, más de un millón de euros como compensaciones civiles materiales. El Alto Tribunal ha admitido también el trámite de varias instituciones públicas y ha ordenado la reintegración del terreno de más de 170.000 metros cuadrados en la propiedad pública del Estado.
Versión española: Monica Tarău