El camino hacia el espacio de Schengen
Desde el gobierno hasta la oposición, desde las autoridades locales hasta los diputados europeos, todos calientan el debate sobre el problema de los gitanos que están en Francia, lo que parece que tendrá impacto, el próximo año, sobre la integración de Ru
Roxana Vasile, 27.09.2013, 18:31
Desde hace una semana, el problema de los gitanos preocupa a Francia, y no es la primera vez. Ha vuelto a la primera plana en reiteradas ocasiones, sobre todo después de 2010, durante el mandato del presidente Nicolás Sarkozy, de derecha. Incluso figuró entre los temas de campaña electoral de los comicios presidenciales celebrados en la primavera del año pasado, cuando muchos acusaron a los miembros del partido de Nicolás Sarkozy de haber manipulado este tema para atraer votos por parte del electorado de extrema derecha. Ganador de estos comicios, el socialista François Hollande ha prometido que la polémica sobre los gitanos dejará de ser alimentada y su ministro del Interior, Manuel Valls, ha dicho que desea resolver este asunto con “calma”. Hablando de sus predecesores de derecha, ha destacado lo siguiente: “si este debate vuelve al espacio público igual que en los últimos años, nunca tendremos resultados”. Sin embargo, la calma invocada por Manuel Valls ha sido reemplazada, estos días, por el empeño de los políticos de casi todo el entorno político francés. Faltan solo seis meses hasta los comicios locales en Francia y las implicaciones son importantes.
En este contexto, el tema de los gitanos ha vuelto a la primera plana. Según las estimaciones, en el territorio francés viven aproximadamente 20.000 gitanos, muchas veces acusados de robo, de mendicidad agresiva y de atracos. En otras palabras, y lo dice el propio ministro Manuel Valls, los gitanos no quieren integrarse. Esta es la razón principal, aunque no directamente declarada, por la cual numerosos políticos, tanto de la oposición como del poder, piden aplazar la incorporación de Rumanía al espacio de Schengen, inicialmente prevista para el 1 de enero de 2014. Temen que esta vez tendrán que enfrentarse a la llegada masiva de los gitanos. La integración social de los gitanos no tiene nada que ver con la adhesión de Rumanía al espacio de Schengen y temas de este tipo se deberían evitar en un contexto electoral, según ha replicado el ministerio rumano de Exteriores. Entre Rumanía y Francia existe una Alianza Estratégica, este año el calendario de los contactos políticos al más alto nivel ha sido «muy diverso», y los mandatarios de París han manifestado su apoyo a la adhesión de Rumanía al área de Schengen, incluso el pasado julio, con motivo de la visita a Bucarest del primer ministro Jean-Marc Ayrault.
A su vez, el jefe del Ejecutivo rumano, Victor Ponta, ha asegurado que el Gobierno de Bucarest continuará su estrategia de integración de los gitanos en cooperación con los mandatarios de la Comisión Europea, dado que se trata de una responsabilidad ante toda Europa y no solo ante Francia. Aun en estas condiciones, la polémica suscitada en Francia y alimentada por argumentos electorales parece estar lejos de solucionarse. Así, el camino de Rumanía hacia el espacio de Schengen solo sería posible con el acuerdo de todos los países miembros de este espacio de libre circulación.
(trad. Simona Sarbescu)