¿El año escolar, amenazado?
Descontentos con los salarios que consideran humillantes, los profesores rumanos amenazan con una huelga general. Ştefan Stoica viene con detalles.
Ştefan Stoica, 17.05.2023, 12:44
En Rumanía, los profesores y el personal auxiliar que trabajan en la educación han agotado casi todas las formas de protesta, y ahora solo les ha quedado una, la más radical: la huelga. El miércoles, a mediodía, los profesores organizaron durante dos horas una huelga de advertencia y están decididos a iniciar la huelga general el próximo lunes, 22 de mayo, según decidieron a través de un referéndum en el que un 70 % de ellos respondió favorablemente, si sus reclamaciones no se atienden.
Básicamente, ellos quieren que su trabajo sea recompensado conforme a su importancia social, partiendo del principio de que el salario del profesor principiante debe ser al menos igual al salario medio bruto interprofesional. Los manifestantes también solicitan que la retribución de todo el personal docente se realice de forma progresiva, según el cargo, los estudios, la antigüedad laboral y el título de enseñanza que tenga, y que se establezca la norma necesaria para ajustar anualmente los salarios del personal pagado con fondos públicos según la tasa de inflación. Los profesores también piden que se paguen horas extras al personal docente auxiliar y no docente y la indemnización por gastos de instalación, que se concedan bonificaciones por condiciones de trabajo al personal de la educación, que se le pague el transporte, que se concedan vacaciones adicionales y la compensación financiera de las vacaciones no disfrutadas. Por último, los profesores abogan por el aumento anual de las inversiones en la educación para mejorar la base material y la infraestructura.
Los sindicalistas recuerdan que iniciaron las protestas en diciembre de 2022, que continuaron en enero, febrero, marzo y abril, y que las manifestaciones culminaron con una marcha organizada el 10 de mayo en Bucarest, en la que participaron 15.000 personas. A pesar de ello, el Gobierno de coalición permaneció impasible y las promesas no se cumplieron. Salarios humillantes, el colapso del poder adquisitivo y anomalías respecto a la remuneración de aquellos que ocupan cargos directivos son únicamente algunos de los problemas que tienen los empleados en la educación, según afirman los sindicalistas. Actualmente hay muchas dudas respecto a los exámenes nacionales, la evaluación para el ingreso en el instituto y el bachillerato. Los líderes sindicales admiten que, si se inicia la huelga general, todos estos exámenes podrían verse afectados, y han destacado que la solución a esta situación depende únicamente de las decisiones del Ejecutivo y del Parlamento de Rumanía. La ministra de Educación, Ligia Deca, ha establecido ya la composición del equipo de negociación del convenio colectivo y ha afirmado que está convencida de que se encontrarán soluciones. «No creo que la estructura del año escolar y el proceso educativo deban ponerse en peligro de ninguna manera», ha afirmado la ministra Deca, quien también ha prometido que luchará tanto por una remuneración decente de los profesores como por el desarrollo en condiciones óptimas del año escolar y su finalización.
Traducción al español: Monica Tarău