Efectos económicos de la sequía
Rumanía se ha visto afectada por la sequía prolongada, con graves efectos especialmente en la agricultura y los transportes.
Valentin Țigău, 17.08.2015, 16:44
La sequía prolongada en julio y agosto ha afectado
a los agricultores rumanos que consideran que cientos de miles de hectáreas en
casi todas las regiones del país están comprometidas, y que las pérdidas
superarían 2.000 millones de euros. Los meteorólogos opinan que debería llover
dos semanas continuas para que se recuperen las reservas de agua en la tierra.
Es el período de calor y sequía más largo en los últimos años. Excepto algunos
distritos en el centro y el norte del país, todos los demás se han visto
afectados.
El fenómeno es aún más grave debido a la falta de
un sistema de riego que haga frente a una situación de este tipo. Actualmente
se pueden regar solo 300.000 hectáreas, frente a los 3,3 millones de hectáreas
cuanto se regaban en 1989. En estas condiciones, el Gobierno de Bucarest está
preparado para ofrecer resarcimientos a los granjeros cuyos cultivos se han
visto gravemente afectados por la sequía.
El primer ministro Victor Ponta ha declarado que,
aunque la situación de los cultivos de trigo no parezca ser muy grave, los más
afectados serán los cultivos de maíz. Según el jefe de Gobierno, los efectos de
la sequía de este verano se verán hasta finales de año. Por lo tanto, es
necesario tomar medidas para estabilizar incluso los demás sectores, para que
esto no afecte el crecimiento actual de la economía.
A partir de este verano, los granjeros rumanos
también podrán recibir ayudas para compensar las pérdidas procedentes del fondo
de solidaridad de la Unión Europea. Sin embargo, el Gobierno de Bucarest tiene
que presentar a la Comisión Europea datos exactos sobre los efectos de este largo
período sin lluvia, según ha declarado la comisaria europea de Política
Regional, Corina Creţu.
La sequía ha tenido efectos no solamente en la
agricultura, sino también en el tráfico por el Danubio, y se han impuesto
restricciones por el bajo nivel del río. Los transportistas marítimos se han
visto obligados a reducir la velocidad de desplazamiento, sobre todo en las
zonas más afectadas. Además, los buques de gran calado han transferido parte de
la mercancía a barcos más pequeños, para poder cruzar aquellas zonas. Muchos
buques están bloqueados en toda la parte navegable del Danubio – un importante
recorrido para el transporte fluvial de los productos petroleros y los cereales
del este al oeste de Europa.
La sequía también ha tenido efectos en la
piscicultura y el turismo en el delta del Danubio, el acceso a los canales y a
los lagos siendo cada vez más difícil. Los habitantes de esta zona única en
Europa, incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, han
registrado pérdidas económicas considerables, y han pedido a las autoridades
que reduzcan las cuotas de pesca.
(Traducido por Monica Tarau)