Educación para los refugiados ucranianos
El Ministro de Educación, Sorin Cîmpeanu, afirma que las autoridades rumanas tienen el deber de asegurar la escolarización de los niños refugiados de Ucrania.
Roxana Vasile, 28.03.2022, 10:51
Ha pasado un mes desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania y refugiados del país vecino de Rumanía siguen llegando a las fronteras, después de que su huida de casa se convirtiera, ella misma, en un recorrido de combatientes. Hasta ahora, más de medio millón de ucranianos han entrado en Rumanía. Son ya de notoriedad internacional, a través de reportajes que han dado la vuelta al mundo, la solidaridad y generosidad de los rumanos con sus vecinos del norte y sureste. El Gobierno de Rumanía ha anunciado que puede ofrecer alojamiento a 400.000 refugiados. Sin embargo, la mayoría de ellos sólo transitaron Rumanía hacia Europa Occidental, siendo pocos, algunos miles, los que exigieron una forma de protección del Estado rumano. Un Estado que se preocupa por facilitar a todos aquellos que lo deseen una vida lo más normalizada posible.
Según el ministro de Educación, Sorin Cîmpeanu, de los casi 79.000 refugiados que se encuentran actualmente en el territorio rumano, más del 40%, es decir, casi 34.000, son menores. De éstos, más de 24.000 tienen edad escolar. Después de varias reuniones con estudiantes y profesores de Ucrania, resultó que hay dos categorías de niños. En primer lugar, hay alrededor de 1.140 que quieren y han solicitado estudiar en el sistema educativo rumano, según el currículo rumano. Lo más probable es que muchos de ellos pertenezcan a la comunidad étnica rumana de Ucrania, la segunda más grande después de los rusos. Luego, la otra categoría de niños refugiados, y la más numerosa, es la de los ucranianos que quieren continuar sus estudios según el currículo ucraniano. Para éstos, el ministro Cîmpeanu ha declarado que hace falta apoyo logístico, en primer lugar, por parte de las escuelas rumanas. En otras palabras, se necesitan espacios y equipos electrónicos que se pondrán a su disposición.
Sorin Cîmpeanu:
ʺHay tabletas que existen en las escuelas, existencias adicionales que no se han repartido porque se han duplicado las cantidades. De estas existencias adicionales, se distribuirán tabletas a los niños ucranianos. Bajo ninguna circunstancia se tomarán tabletas de los niños rumanos para dárselas a otros.”
Al mismo tiempo, para los alumnos ucranianos que están en el último grado de la escuela secundaria, el Ejecutivo rumano aprobará una derogación, como excepción, de la Ley de Educación Nacional, para que éstos puedan continuar, si lo desean, sus estudios en Rumanía, aunque no conozcan el idioma rumano. En la actualidad, los niños pueden matricularse en la educación secundaria sólo si aprueban el examen de evaluación nacional, que contiene pruebas de matemáticas y lengua rumana. Esta semana, las autoridades de Bucarest debatirán el tema de la integración escolar de los niños ucranianos también con Nikolas Schmidt, el comisario europeo de Trabajo y Derechos Sociales, que visitará oficialmente Rumanía.