Disensiones en el principal partido en el Gobierno
Tres líderes importantes del principal partido en el Gobierno, el PSD, exigen la dimisión del líder socialdemócrata Liviu Dragnea de todos los cargos públicos.
Ştefan Stoica, 20.09.2018, 12:55
Casi 6 meses han pasado desde que los socialdemócratas reunidos en Bucarest respondieron afirmativamente a la pregunta hecha por el líder supremo, Liviu Dragnea, de si deseaban que siguiera siendo su presidente. Las cosas han cambiado dramáticamente. Tres vicepresidentes del partido, el vice primer ministro Paul Stanescu, la alcaldesa de Bucarest, Gabriela Firea, y el vicepresidente del Senado, Adrian Tutuianu, han firmado una declaración común en la que exigen a Liviu Dragnea que presente su dimisión del cargo de presidente del PSD y de la Cámara de los Diputados. Considerado el artesano del triunfo electoral del 2016, cuando el PSD ganó las elecciones legislativas, en el presente Liviu Dragnea representa una vulnerabilidad para el partido y para la coalición integrada por el PSD y la ALDE, en el poder. Una vulnerabilidad en primer lugar de índole jurídica, según afirman los firmantes de la declaración, causada por los procesos de corrupción en los que está implicado. En opinión de los contestatarios, dichos procesos afectarían la legitimidad de los esfuerzos del PSD y de la mayoría de reformar la justicia ya que toda la gestión es percibida como beneficiosa para Liviu Dragnea y sus allegados. Los líderes del PSD también le reprochan a Dragnea la discrecionalidad de la dirección, los conflictos internos saldados con la destitución de dos primeros ministros así como las relaciones conflictivas con la oposición, el presidente Klaus Iohannis y los servicios de inteligencia, la Fiscalía General y la Dirección Nacional Anticorrupción. Todo esto ha aumentado la desconfianza del electorado en el partido, que cayó en los sondeos aunque, según sus datos, la economía funcionaría bien.
Adrian Tutuianu afirma que las organizaciones aprueban el documento:
“Se trata de una carta que lanza una señal de alarma. Hemos invitado a todos los parlamentarios del PSD, a los líderes de filiales, presidentes de consejos distritales, alcaldes del partido, consejeros locales y distritales a apoyar esta gestión que no oculta ningún interés salvo los intereses nacionales y el del PSD. No creo que haga falta hablar del cargo. Nos pronunciaremos el próximo viernes en el marco del Comité Ejecutivo Nacional y les comunicaremos todos los detalles al respecto.”
La primera reacción de Liviu Dragnea no ha sido sólo un ejercicio de sarcasmo sino una promesa de lucha intensa por el partido.
Liviu Dragnea:
“No he leído toda la carta, pero de lo que he leído he entendido cuál es su mayor descontento: que deje de discutir con Iohannis, que haga las paces con él, con el Servicio Rumano de Inteligencia, la DNA y los partidos de oposición. Como presidente no puedo y no quiero convertir el partido en una herramienta de estas instituciones que no deben implicarse en la política.”
Los partidos de derecha consideran que la lucha de los socialdemócratas es un ajuste de cuentas. Sin embargo, se reprochan el hecho de que la verdadera oposición en el PSD proviene también del PSD.