Desde Crimea a Transnistria
En 1992, la región de Transnistria se separó de la República de Moldavia (con mayoría de rumanohablantes) tras un conflicto armado saldado con cientos de muertos, en el que las tropas rusas intervinieron a favor de los separatistas. Ahora esta región podr
Bogdan Matei, 24.03.2014, 16:20
Ni los analistas ni las cancillerías occidentales se fían de que las ansias expansionistas de la Rusia de Vladímir Putin hayan acabado en Crimea. Esta península secesionista ubicada en el sur de Ucrania es solo un ejemplo de conflicto congelado que, bajo el mando del Kremlin, puede estallar de la noche a la mañana. La región azerí con población mayoritaria armenia de Nagorno-Karabaj, las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur o de Transnistria, en el este de la República de Moldavia, representan centros del separatismo prorruso en el antiguo espacio soviético. Separadas en los años 90, del control ejercido por las autoridades centrales, tras numerosos conflictos armados saldados con víctimas, todas estas regiones han entrado en la zona de influencia de Moscú y así le han dado motivos para la intervención militar en caso de amenazas contra la independencia de sus protegidos.
Dado que el líder de Kremlin mantiene un silencio absoluto, lo que podría significar cualquier cosa, la presidenta de la Cámara superior del Parlamento ruso, Valentina Matvienko, se ha visto obligada a asumir la responsabilidad de calificar de inoportuna cualquier conversación sobre la incorporación a la Federación Rusa de Transnistria, Abjasia y Osetia del Sur. Los líderes de estas tres regiones no han enviado ninguna solicitud a Moscú, según declara la jefa del Consejo de la Federación, tras haber publicado la prensa informaciones sobre una carta que el presidente de la Duma de Rusia, Serguey Narishkin, habría recibido del presidente del Parlamento separatista de Tiráspol, Mihai Burlă, carta en que habría solicitado que Rusia analizara la posible incorporación de Transnistria. Tras la anexión de Crimea, el comandante supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general Phillip Breedlove, no se muestra convencido por las declaraciones pacíficas de los mandatarios rusos
“Estamos muy preocupados por un posible ataque de Rusia contra Odesa o Transnistria. En el este de la frontera con Ucrania, Rusia tiene desplegada fuerza militar que es absolutamente suficiente para entrar en Transnistria si se tomara la decisión. Para nosotros es algo que considero muy preocupante.”
En Bucarest, el presidente Traian Băsescu ha reiterado la idea de que el Mar Negro se ha convertido en un lago ruso dado que en esta zona hay muchos conflictos congelados como el de Transnistria, donde Moscú tiene tropas desplegadas. A su vez, el ministro rumano de Exteriores Titus Corlățean espera que Rusia respete el proceso de integración europea de la República de Moldavia, integración apoyada por Rumanía, pero que, lejos de ser una irreversible, podría verse afectada por la posible reanudación del conflicto en Transnistria.