Descontentos respecto al futuro presupuesto
Aunque el año comenzó hace 40 días, Rumanía todavía no tiene presupuesto público para 2021.
Bogdan Matei, 09.02.2021, 13:14
Periódicamente prometida y siempre aplazada, la puesta en marcha del proyecto del presupuesto público ha sido aplazada nuevamente hasta la próxima semana. El Gobierno del PNL, la USR+ y la UDMR (Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía) ha afirmado que es un presupuesto calculado según el déficit de un 7% del PIB, que apoyará el relanzamiento económico y parará los gastos excesivos y no fundamentales del dinero público. En el contexto de la pandemia, con gastos sanitarios muy elevados, la construcción presupuestaria es difícil y los líderes de la coalición gubernamental han decidido este lunes cortar algunos gastos. Ellos han anunciado que las pensiones no aumentarán a partir de septiembre, sino del 1 de enero de 2022, y este año los empleados públicos ya no recibirán vales de vacaciones. Se podrían eliminar también algunas bonificaciones, como el denominado plus COVID, de un 30% del salario básico, que reciben los empleados en las prefecturas. El subsidio de alimentación que reciben los empleados públicos se podría reducir también. Este año los subsidios para hijos seguirán siendo iguales y se toma en cuenta reducir la subvención para el transporte de los estudiantes. El líder del PNL, el ex primer ministro Ludovic Orban, ha intentado justificar este paquete de medidas consideradas ya por algunos comentaristas de austeridad:
“El crecimiento del punto de pensión se basa en la fórmula anterior, es decir la compensación en un 100% de la pérdida del poder de compra debido a la inflación y también el crecimiento del poder de compra a través del crecimiento del punto de pensión en un 50% del crecimiento del salario medio bruto por economía. No se emiten nuevos vales de vacaciones, porque son vales de vacaciones que siguen siendo válidos en 2021.”
Este último anuncio ha causado más insatisfacción en la hostelería, ya afectada por las medidas restrictivas puestas en marcha a causa de la pandemia. Las pérdidas alcanzan aproximadamente los 7.000 millones de euros, ha afirmado el presidente de la Organización Patronal de Hoteles y Restaurantes en Rumanía, Daniel Mischie:
“¿Las unidades en el turismo no necesitan ayuda, las unidades en el turismo necesitan compensaciones? Nos preguntamos por qué un cuarto de los lugares ya no vuelven a abrir hoy. En primer lugar, la falta de recursos financieros y en segundo lugar, la falta de previsibilidad. Somos una industria que representa un 7% de la mano de obra activa de Rumanía. 400.000 personas trabajan de forma directa o indirecta para esta industria. Representamos un 5% del PIB de Rumanía. Hay tres meses durante los cuales el Gobierno debería encontrar una solución para compensar las restricciones que se han impuesto contra esta industria. Esto no pasa. No hay mayores urgencias, cosas tan urgentes, que 400.000 personas que esperan una ayuda.”
A su vez, las organizaciones de estudiantes piden que se renuncie a la reducción de la subvención para transporte, y el líder del PSD (en la oposición), Marcel Ciolacu, acusa a la coalición de incoherencia y de asignar fondos de forma arbitraria, sólo para la clientela política.