Debates respecto a la embajada de Rumanía en Israel
Un eventual traslado de la embajada de Rumania en Israel de Tel Aviv a Jerusalén ha provocado rumor y confusión en Bucarest.
Bogdan Matei, 24.04.2018, 14:09
Un debate en torno al tema del traslado de la embajada de Rumanía en Israel, desde Tel Aviv a Jerusalén nada tiene de malo, ha declarado este lunes el presidente Klaus Iohannis, recalcando que se tiene que observar la legislación internacional al respecto.
El jefe del Estado, entre cuyas prerrogativas constitucionales figura también la de establecer las coordenadas de política exterior, ha mencionado que existen numerosas resoluciones de la ONU que estipulan claramente que hasta que no haya un acuerdo entre las dos partes en conflicto, es decir los israelíes y los palestinos, ninguna embajada será trasladada a Jerusalén.
Además, también la UE sigue una línea similar muy clara: hasta que no se aclare el estatuto de Jerusalén, ningún Estado miembro trasladará su embajada, ha concluido el presidente. Las puntualizaciones del presidente de Rumanía han sido hechas después de que el pasado jueves, el tema del traslado de la embajada, calentara los debates públicos de Bucarest.
Fue el líder socialdemócrata, Liviu Dragnea, la persona más influyente de la coalición en el poder, el que anunció en los estudios de una cadena privada de televisión, que el Ejecutivo había firmado un memorando con respecto al inicio de los procedimientos necesarios para el traslado de la embajada. Este gesto, ha apreciado el presidente de la Cámara de los Diputados, revistaría un importante valor simbólico para un Estado influyente y poderoso como Israel, así como para EE. UU., aliado y socio estratégico de Rumanía que ya tomó la decisión de trasladar su embajada. Pero el presidente Iohannis ha añadido que tampoco podemos equiparar la situación de Rumanía con la de EE. UU., la mayor potencia política y económica del planeta. Iohannis ha advertido que “semejante movimiento simplemente desperdiciaría medio siglo de diplomacia seria y exitosa en Oriente Medio”
Bucarest ha desempeñado tradicionalmente un papel especial en la región. Rumanía ha sido el único Estado detrás del telón de acero que a finales de los años 60 del siglo pasado no cumplió la orden de Moscú de romper las relaciones diplomáticas con Israel y mantuvo al mismo tiempo excelentes relaciones con la Organización para la Liberación de Palestina de Yasser Arafat. Ambicionando ser un destacado protagonista sobre el escenario político internacional, el dictador Nicolae Ceausescu pretendió incluso ser un intermediario entre las dos partes. Todos los presidentes rumanos poscomunistas visitaron a su vez Israel, Estado en que viven cientos de miles de judíos oriundos de Rumanía, así como en los territorios palestinos donde hay numerosos licenciados por universidades rumanas.
Después del anuncio hecho por Dragnea, el Ministerio de Exteriores ha precisado que el traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalen está en un proceso de evaluación y análisis que apenas ha comenzado. El procedimiento, ha explicado la diplomacia de Bucarest, incluirá consultas con todas las instituciones y políticos importantes. El PNL, la primera voz de la oposición de derecha, ha solicitado que el ministro Teodor Melescanu sea oído en las Comisiones de política exterior del Parlamento para ofrecer aclaraciones sobre un tema tan sensible.