Crisis política en Bucarest
La coalición en el poder en Rumanía está en una situación delicada, causada por el rechazo del primer ministro socialdemócrata Sorin Grindeanu de presentar su dimisión.
Florentin Căpitănescu, 16.06.2017, 14:40
Como elemento insólito en la Rumanía poscomunista, los partidos de la coalición en el poder, el Partido Social Demócrata y la ALDE, presentarán en el Parlamento una moción de censura contra el propio Ejecutivo que será votada la próxima semana. La extrema decisión ha sido tomada este jueves tras negarse el primer ministro socialdemócrata Sorin Grindeanu a presentar su dimisión, lo que también provocó que Grindeanu haya sido expulsado del partido.
Instalado hace seis meses, tras la victoria categórica del PSD en las elecciones parlamentarias, el gabinete de Grindeanu ha perdido este miércoles el apoyo político de la coalición. Tampoco las dimisiones de los miembros del Gobierno han logrado cambiar la opinión del primer ministro que está en conflicto abierto con el presidente del PSD, Liviu Dragnea. De esta forma se expresaba el jefe de los socialdemócratas sobre la situación actual:
“No hemos deseado esta situación que lamento. Desafortunadamente, en los dos últimos meses, la mayoría de los ministros han declarado que no se han logrado comunicar correctamente con el primer ministro, que hay problemas administrativos que el primer ministro debería resolver. Parece que todavía no lo ha hecho.
El presidente de la ALDE, Calin Popescu Tariceanu, ha criticado la actitud del primer ministro Grindeanu:
“Estamos asistiendo a algunos elementos de circo reprobables por parte de una persona que fue designada primer ministro por una coalición mayoritaria del Parlamento y no por sus propios méritos. En este momento debería entender que solo hay una solución política, sin mencionar la constitucional, es decir presentar su dimisión.
Los líderes de la coalición han afirmado que este cambio ejecutivo fue impuesto por la falta de eficiencia en aplicar el programa gubernamental. El primer ministro ha afirmado que no ha tenido suficiente tiempo para promover algunas reformas amplias. Además, Grindeanu, designado primer ministro precisamente por Dragnea, acusa que el informe en el que está analizada su actividad, realizado en el interior del partido, no es objetivo.
Desde la oposición, el Partido Nacional Liberal desea que esta crisis se resuelva de manera constitucional, según declara la presidenta interina del partido, Raluca Turcan:
“Estamos solicitando a la alianza del gobierno integrada por el PSD y la ALDE que ponga fin a esta guerra, una guerra que pone en peligro la estabilidad económica, la predictibilidad internacional del país y afecta a los ciudadanos que esperan medidas beneficiosas.
También desde la oposición, la Unión Salvad Rumanía señala que las elecciones anticipadas representan la única solución decente y el Partido Movimiento Popular considera que el PSD debe reconocer el hecho de que no puede cumplir con sus promesas electorales. A su vez, el presidente Klaus Iohannis ha solicitado a los dos partidos que integran la coalición gubernamental que resuelvan la crisis interna.