Comisión parlamentaria para Roșia Montană
Los senadores y diputados rumanos aprobaron la creación de una comisión especial para el proyecto de la explotación aurífera de Roşia Montană. El próximo 21 de octubre, el documento será debatido por el Senado y alrededor del primero de noviembre de 2013.
Leyla Cheamil, 18.09.2013, 15:11
Situada en el centro de Transilvania, región famosa por sus riquezas subterráneas, Roşia Montană, este pequeño pueblo que cuenta con una mina de oro, tiene una larga historia. Hace dos mil años, los rumanos fueron los primeros en explotar el oro de Roşia Montană construyendo un laberinto de galerías para extraer el valioso metal. Estos pozos romanos pueden visitarse hoy día.
El depósito de oro de 300 toneladas debajo de Roşia Montană es considerado en el presente uno de los más grandes de Europa y el tercero más grande del mundo. Su valor es aún más grande porque además del oro, los especialistas estiman la existencia de algunas cantidades significativas de metales raros con aplicaciones tecnológicas. A estas cantidades se les añaden 1.600 toneladas de plata.
Bloqueada por muchos años a causa de las polémicas sobre la protección del medio ambiente, la inversión de Roşia Montană fue incluida en el Plan nacional de inversiones y puestos de trabajo recientemente lanzado por el Gobierno de Bucarest y presentado como proyecto de explotación con nuevos estándares medioambientales del cual el estado estima beneficios de un 78% de lo que genera el proyecto.
A finales del mes pasado, el Ejecutivo decidió aprobar un proyecto de ley que reglamenta la explotación de los minerales auríferos de Roşia Montană por una empresa canadiense. El documento había sido transmitido al Parlamento para su adopción pero esta decisión generó una serie de protestas por parte de los que se oponen al proyecto minero de Roşia Montană en Bucarest, en varias ciudades del país, así como en el extranjero. Los opositores del proyecto cuentan con el respaldo de varios ecologistas e historiadores, que advierten que la extracción con cianuro implica riesgos mayores de contaminación irreversible del medio ambiente y que la explotación minera destruiría vestigios históricos. En cambio, los partidarios del proyecto, especialmente habitantes de dicha zona, afirman que la apertura de la mina crearía empleos y resolvería los problemas económicos y sociales de la zona. Aparentemente intimidado por estos descontentos, el primer ministro Victor Ponta dejó de intervenir en este proyecto y anunció la creación de una comisión especial en el Parlamento que analizará el plan minero de Roşia Montană. El pasado martes, las direcciones de las dos Cámaras decidieron la constitución de la comisión que examinará a todos los actores implicados y posteriormente realizará un informe que llegará a las dos Cámaras. Alrededor del 1 de noviembre de 2013, la Cámara de los Diputados, foro de decisión en este caso, votará a favor o en contra del proyecto de ley.
(Traducción: Brigitta Pană)