Colaboración de los partidos en el poder
Las tensiones entre los principales componentes de la coalición gubernamental de Bucarest, que se han agudizado últimamente, amenazan con bloquear el funcionamiento de la administración. Para evitar este riesgo, el PSD y el PNL tienen en cuenta la renegoc
Bogdan Matei, 10.01.2014, 16:03
La Rumanía postcomunista no tiene la tradición de coaliciones políticas duraderas. Fuertes en la oposición, las alianzas, las coaliciones y los carteles empiezan a funcionar mal una vez llegados al poder y se disuelven antes de concluir su mandato.
Los orgullos personales de los líderes, los intereses distintos de los partidos, las incompatibilidades de doctrinas, la competencia en la distribución hacia los clientes políticos de los dividendos de la gobernación, todo conlleva separaciones prematuras y sonadas. Así ocurrió en los años 90, con la Convención Democrática y a principios de los años 2000, con la Alianza Justicia y Verdad. Tampoco la Unión Social Liberal da señales de robustez. El PSD y el PNL se han asociado en nombre de la aversión que ambos tenían frente al presidente Traian Băsescu y frente a los impopulares gobiernos demócrata liberales dirigidos por este.
Asumieron el poder en la primavera del año 2012 y fueron votados al final del mismo año cuando obtuvieron alrededor del 70% de los mandatos parlamentarios. Teóricamente hablando, los socialdemócratas y los liberales gobernarán juntos hasta el año 2016, pero he aquí cómo al cabo de un año la Unión empieza a tener problemas. En el territorio, el PSD sospecha tratos secretos entre el PNL y el PDL. Desde el centro, los socialdemócratas acusan al líder liberal Crin Antonescu de excesiva cordialidad con el presidente Traian Băsescu. Superados por las suspicacias de sus socios, los liberales han anunciado que desean una revisión del protocolo de la USL a fin de mejorar las relaciones en el seno de la coalición gubernamental. Crin Antonescu:
“El fin de año dejó la impresión general de disputa y nos incumbe a nosotros solucionar y aclarar las cosas para seguir adelante con buen pie.”
El portavoz del PSD, Catalin Ivan, ha valorado positivamente la idea y ha sugerido que una vez modificado el protocolo este debería estar a favor de su partido.
“La relación entre los principales partidos que integran la USL es de 2 a 1. Si aplicamos la relación también en el territorio, en el Parlamento y los sondeos, sacaremos la conclusión de que podemos volver a poner en discusión el acta de creación de la Unión Social Liberal.”
En su mayoría escépticos con respecto a la longevidad de la USL, los analistas creen que independientemente de un nuevo análisis del protocolo, los dos partidos no estarán juntos al final del año 2014. En el próximo mes de mayo, con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo, presentarán las candidaturas en listas separadas y en noviembre, con motivo de las presidenciales, aunque Antonescu sea el candidato oficial de la Unión, el electorado piensa que su principal rival será el líder del PSD, el primer ministro Victor Ponta.