Cinco años después de las manifestaciones de Chisináu
El año 2009 cambió de manera radical el destino de la República de Moldavia. El partido democrático volvió a instalarse en el poder y la antigua república soviética inició su posible recorrido europeo. El cambio se produjo tras las manifestaciones anticom
Valentin Țigău, 07.04.2014, 16:08
Se cumplen cinco años desde la manifestación anticomunista de Chisináu, capital de la República de Moldavia, en la que se registraron numerosas víctimas. La manifestación en la que participaron decenas de miles de protestatarios representó la reacción de la sociedad civil contra el fraude en las elecciones parlamentarias de 2009, cuando los comunistas, que estaban en el poder, se declararon ganadores. Tras las protestas, los partidos de la oposición bloquearon dos veces la elección en el Parlamento del candidato comunista como jefe del Estado, lo que causó la disolución del legislativo y elecciones anticipadas en julio de 2009. Los comunistas no consiguieron obtener la mayoría y la alianza de los partidos demócratas se instaló en el poder. Según el corresponsal de Radio Rumanía, varios aspectos del motín del 7 de abril de 2009 son todavía inciertos. Los comunistas consideran que aquellos acontecimientos fueron un golpe de Estado en el que se implicaron Occidente y Rumanía, una acusación que las cancillerías occidentales y el Gobierno de Bucarest han negado. Asimismo, ha continuado la investigación de los acontecimientos en los que tres moldavos fallecieron y más de 300 resultaron heridos. He aquí la declaración de Mihai Bălan, director del Servicio de Información y Seguridad:
“Es difícil construir una imagen unitaria del modo de actuar e interaccionar de todos los componentes del guion subversivo, el papel de cada participante, los mecanismos, las tácticas y los principios.”
Cinco años después de las manifestaciones anticomunistas de Chisináu, la República de Moldavia confirma la opción prodemocrática y proeuropea de la alianza de partidos que hoy están en el poder. La antigua república soviética firmará antes del próximo mes de junio el Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea para iniciar el camino hacia la integración europea. Al ejercer su papel de abogado de la República de Moldavia, Rumanía confirma, a través de su primer ministro Victor Ponta, la voluntad del Gobierno de Bucarest de continuar esta política. He aquí la declaración de Victor Ponta:
“Solo quiero que en la República de Moldavia haya prosperidad, tranquilidad, seguridad y, en 2019, cuando Rumanía asumirá la presidencia de la Unión Europea, Moldavia también esté sentada en la mesa de los miembros de la Unión Europea.”
Tras los problemas geopolíticos causados por la crisis de Ucrania y la inestabilidad interna causada por el separatismo de Transnistria, la orientación proeuropea de Chisináu podría ser importante no únicamente para las elecciones parlamentarias del mes de noviembre, sino también a largo plazo.