Cambio en la dirección del Ministerio de Sanidad
El ministro de Sanidad rumano ha sido destituido. La decisión tiene serias implicaciones políticas y se produce en el punto álgido de la pandemia.
Marius Tiţa, 14.04.2021, 16:15
El presidente de Rumanía ha firmado el decreto de destitución del ministro de Sanidad, Vlad Voiculescu. Es difícil de decir si este momento pone fin a una situación complicada dentro del Gobierno rumano o agrava la crisis de una fórmula de Gobierno muy delicada. Aunque pareciera que Vlad Voiculescu iba a continuar ocupando este cargo, el primer ministro Florin Cîţu ha decidido solicitar al presidente que destituyera al ministro. La gota que colmó el vaso parece ser la decisión y la publicación de nuevas normas sobre el establecimiento de la cuarentena en algunas localidades sin haberse consultado con el primer ministro o con el secretario de Estado Raed Arafat, quien lidera el Departamento para Situaciones de Emergencia, que asegura la coordinación general de la lucha contra la pandemia de COVID-19. Junto con el ministro, Andreea Moldovan, la secretaria de Estado que ha provocado muchas controversias, también deja de ocupar el cargo en el Ministerio de Sanidad. Ella firmó la orden respecto a los nuevos criterios sobre el establecimiento de la cuarentena.
Últimamente, se ha solicitado muchas veces la dimisión de Vlad Voiculescu, tanto por parte de la opinión pública como por parte de los factores políticos. El apoyo decisivo a Vlad Voiculescu procedió de la alianza que lo propuso para ocupar este cargo. La USR PLUS tiene el segundo mayor número de votos dentro de la ecuación del poder después del Partido Nacional Liberal, que también da al primer ministro. Después de las elecciones de diciembre del año pasado, el Gobierno de Florin Cîţu está respaldado y formado por el PNL, la USR PLUS y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía, y en el Parlamento tiene también el apoyo del grupo de las minorías nacionales de Rumanía. Dicho de otro modo, es necesario el apoyo de cada parlamentario de estos partidos para que el Gobierno pueda funcionar en esta fórmula.
Vlad Voiculescu ha ejercido su mandato en el contexto dramático de la pandemia de COVID-19, que estos días alcanza el pico de la tercera ola. Además, durante estos casi 4 meses de funcionamiento del Gobierno han tenido lugar algunos accidentes trágicos que han marcado a la opinión pública. A finales de enero se produjo un incendio en la sección de los enfermos más graves de la COVID-19 en el hospital que ocupa el primer lugar en la lucha contra la pandemia, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Prof. Dr. Matei Balş de Bucarest. En aquel incendio murieron 5 enfermos, y otros fallecieron posteriormente en los hospitales a los que habían sido transferidos. El pasado viernes, 9 de abril, el sistema de sanidad, que está de todas formas en el candelero público, ha estado otra vez en las pantallas con las transmisiones en vivo de la evacuación del hospital de ortopedia Foişor, para que éste fuera organizado como hospital destinado a tratar a pacientes con COVID-19. Las imágenes de la evacuación, en plena noche, a temperaturas bastante bajas, crearon una fuerte emoción. Las reacciones expresadas por los factores políticos parecieron atenuarse el lunes, cuando el fuerte apoyo de la USR PLUS a su ministro convenció a los compañeros de la coalición. Sin embargo, el martes se produjo un nuevo accidente trágico en un hospital importante, elHospital Clínico de Enfermedades Infecciosas y Tropicales Dr. Victor Babeş. El equipo médico instalado en un tren de carretera especial, tipo camión, en el que eran tratados varios enfermos de COVID dejo de funcionar y tres personas murieron por falta de oxígeno.
Versión española: Monica Tarău