Balance y compromisos del Ejército rumano
Los mandatarios presentes en el balance de 2016 han destacado que Rumanía está preparada para hacer frente a las complejas evoluciones del ámbito de la seguridad, pero la principal preocupación sigue siendo el crecimiento de la capacidad operacional.
Mihai Pelin, 01.03.2017, 12:22
El pasado 2016 fue un año de transición para el Ejército de Rumanía, tanto respecto a la implementación de las decisiones tomadas por la OTAN en las reuniones de Gales y Polonia, como también respecto al presupuesto, que ha alcanzado este año un 2% del PIB. El Ministerio de Defensa Nacional ha presentado este martes el balance del año pasado, acontecimiento en el que ha participado también el jefe del Estado rumano, Klaus Iohannis, el primer ministro Sorin Grindeanu y el presidente de la Cámara de los Diputados, Liviu Dragnea. Según el ministro de Defensa, Gabriel Leş, Rumanía está preparada para hacer frente a los retos de seguridad, incluidas las amenazas de la frontera este o los ataques cibernéticos. El mandatario ha declarado que el Ejército rumano debe mantener un alto nivel de reacción para la defensa nacional. A su vez, Klaus Iohannis ha afirmado que la Colaboración Estratégica con Estados Unidos y la consolidación del estatuto en el marco de la Alianza Noratlántica siguen siendo las prioridades del Ejército. Los militares rumanos merecen ser apreciados plenamente, ha destacado el jefe del Estado. Klaus Iohannis:
“El Ejército es una institución básica del Estado rumano, a la que los ciudadanos del país miran con confianza y orgullo. Este nivel de aprecio se debe a la profesionalidad de los militares y los civiles que cumplen sus misiones con patriotismo y dedicación.”
El presidente ha destacado la importancia del Ejército en un contexto internacional complejo, con evoluciones geopolíticas, pero también de seguridad, que han complicado el entorno internacional en los últimos años: la prolongación del conflicto del este de Ucrania, la guerra de Siria, el terrorismo fundamentalista islámico y la crisis de migrantes, generada por la inestabilidad en Oriente Medio. El primer ministro Sorin Grindeanu ha pedido también que los programas de equipamiento impliquen a la industria nacional de defensa, en el contexto en que el Ejecutivo está decidido a mantener las asignaciones presupuestarias para el Ejército en el nivel de los compromisos. Sorin Grindeanu:
“El presupuesto de Defensa prevé, según el compromiso asumido, la asignación de un 2% del PIB. Se ha tomado en cuenta mantener el nivel de asignación, en el periodo 2018 — 2020. Este presupuesto asegura un terreno sólido para la aceleración de la modernización del Ejército rumano.”
El primer ministro ha vuelto a afirmar también el firme compromiso del Ejecutivo que lidera para cumplir los objetivos de la política de Defensa y para el éxito de la modernización y la consolidación del Ejército. Los militares rumanos son un ejemplo de firmeza, prontitud y profesionalidad, ha destacado también el presidente de la Cámara de los Diputados, Liviu Dragnea. El líder del PSD ha afirmado también que el 2% asignado a la Defensa a partir de 2017 representa lo mínimo que Rumanía debe respetar en los próximos 10 años.